Director

Director: Min. Avelardo Alarcón Pineda

Correo: educacioncristiana@iglesia7d.org.mx

¿Qué es el Departamento Nacional de Educación Cristiana?

El Departamento Nacional de Educación Cristiana es la instancia de servicio del Consejo Ejecutivo General que dirige, anima los esfuerzos y genera recursos educativos para que desde la iglesia local se forme el carácter de los creyentes como discípulos de Cristo al servicio del Reino.

Mensaje del director

La educación cristiana es una de las áreas de trabajo más importantes de la iglesia. Es un eje fundamental y determinante para todo ministerio. La iglesia requiere el elemento educativo al orar, ofrendar, diezmar, visitar enfermos, vivir en comunión, predicar, enseñar, etc.  Sin educación no podemos ejercer ni desarrollar nuestras funciones.

Su relevancia radica en que es uno de los medios a través del cual se canaliza el desarrollo de la Misión de la iglesia.

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre  del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19-20)

La Misión tiene su base en la Palabra de Dios y su mayor ejemplo en Cristo. Es un enfoque misionero que nos invita a cumplir la tarea por medio de nuestras palabras, nuestra vida y nuestras obras.

La Misión se realiza en diferentes áreas de la vida de la Iglesia: Evangelización, Adoración, Edificación, Comunión y Servicio.

La educación cristiana es un proceso que dura toda la vida. Es un proceso de vida y es gradual. Hay niños en la iglesia, pero también se incorporan personas adultas, y esas personas necesitan aprender; no solo contenidos, sino también actitudes y valores. Es pertinente resaltar entonces que la educación cristiana no se reduce a enseñar contenidos (información), sino que los creyentes aprendan a vivir de otra manera, guiarlos a una nueva humanidad en Jesús (formación); en comunión con Dios, en la presencia de Dios, con esperanza, en justicia y en la verdad.

El proceso educativo está condicionado por las realidades sociales que nos rodean, ya que forma parte del sistema social en que vivimos. ¿Estamos proveyendo un sistema educativo en donde demos líneas claras para generar creyentes maduros y ciudadanos comprometidos con su fe?

¿Estamos respondiendo al momento histórico de nuestra iglesia, estamos dando importancia a la transición generacional que estamos viviendo?

“Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel” (Jueces 2:10)

Este texto enfatiza algo importante sobre la educación: Dos generaciones atrás “los abuelos salieron de Egipto, los padres cruzaron el Jordán y conquistaron la tierra prometida” y los hijos no conocen su pasado y no conocen a Dios. La fe cristiana siempre está a una generación de perderse. Si nosotros no evangelizamos y educamos a las nuevas generaciones corremos el peligro de quedarnos sin iglesia, por lo tanto, nuestros esfuerzos educativos adquieren preeminencia ante los desafíos de nuestra época.

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