DECLARACIONES DE ACTUALIDAD
SOBRE LA MIGRACIÓN
DECLARACIÓN SOBRE MIGRACIÓN
Apreciables hermanos, en el pasado Concilio Nacional 2019, entre las resoluciones aprobadas nuestra Iglesia abordó el tema de la Migración. Siendo este un tema importante en las Escrituras, y ante los acontecimientos recientes en nuestro país decidimos aprobar la declaración oficial de la Iglesia quedando de la siguiente manera.
CONSIDERANDO QUE:
- Dios hizo al género humano a su imagen y semejanza, propiciando desde su constitución condiciones de igualdad y de dignidad, sin importar su raza, condición legal, económica, o cualquier categoría por la que se les quieran etiquetar.
- La migración está en el corazón de las Escrituras: Desde que Abraham es llamado; hasta el éxodo de Egipto; desde la peregrinación de Israel por el desierto; hasta su experiencia del exilio, desde la salida a Egipto de José y María con Jesús, así como el llamado a la Gran Comisión para alcanzar al mundo con el evangelio.
- El fenómeno de la migración se ha agudizado ante el sentido de competencia que ejerce la globalización, acelerando el desarrollo de los países ricos, y frenando el crecimiento de los países pobres, lo que en las últimas décadas ha llevado a un número mayor de personas a engrosar el flujo migratorio.
- La evidencia bíblica muestra que los migrantes son parte del grupo más vulnerable de una población, compartiendo esta condición con los huérfanos y las viudas.
- El fenómeno migratorio ha desestructurado familias enteras, dejando mujeres y niños en la indefensión a causa de la desaparición y muerte de padres migrantes.
- Es deber de todos trabajar esforzadamente para instaurar una fraternidad universal como principal condición para una paz verdadera.
DECLARAMOS QUE:
- A la luz de la Palabra de Dios, no estamos de acuerdo en que las personas, por el sólo hecho de ser migrantes, sean consideradas como criminales o delincuentes.
- Mostramos nuestra solidaridad con quienes se han visto forzados a migrar en búsqueda de una mejor calidad de vida para él y los suyos; así como con aquellos que, impulsados por la violencia, la falta de oportunidades, el asilo político, entre otros, huyen procurando el resguardo de la vida y de la integridad.
- La Iglesia de Dios (7 día) rechaza cualquier tipo de etiqueta que promueva la asimetría humana que entorpezca una visión clara del inmigrante como un ser creado por Dios, digno de ser tratado como persona, y de recibir la ayuda elemental para su sobrevivencia, reconociendo en él, a alguien con rostro humano.
- Rechazamos todo tipo de tortura y trato cruel, inhumano o degradante, sea este de parte de personas o grupos, así como de autoridades civiles o militares, hacia quienes han decidido migrar de su país de origen por cualquier motivo.
- Nos declaramos en contra de todo tipo de tráfico de personas con fines de comercio sexual, trabajo obligatorio, esclavitud, y todo acto de comercio humano, por el que cualquier individuo o grupo fuerce a otros a salir de sus países con fines de explotación.
- En el fenómeno migratorio la Iglesia ve una oportunidad para servir a su prójimo como parte del establecimiento del Reino de Dios. Quien transite como persona en movilidad por donde se encuentre la Iglesia, hallará siempre una comunidad fraterna que le brindará ayuda para sus necesidades básicas de comida, hospedaje y atención de médica.
- Los criterios de la Iglesia para la atención de los migrantes, tienen su base en la acción pastoral de Jesús, quien acompaña y bendice al necesitado; así como el juicio contra las naciones narrado por el mismo evangelio en la cita de Mateo 25:31-46 promoviendo el sustento de los pobres, la hospitalidad para el forastero, los bienes elementales para el desvalido, la atención del enfermo y la asistencia a los encarcelados, como resultado de una vida transformada por el evangelio.
- Reconocemos la soberanía de cada nación, basado en los intereses legítimos de cuidar sus fronteras, y la responsabilidad de los países para establecer políticas sociales y económicas que mejoren el nivel de vida de sus ciudadanos, permitiendo así el desarrollo humano de cada país, y desincentivando la migración voluntaria como forzada.
Le invitamos a que juntos hagamos realidad esta declaración en el contacto que tengamos de manera personal o como Iglesia con las personas que en su tránsito pasen por donde nos encontremos, creando condiciones de cuidado y amor para ellos y sus familias.
SOBRE LA GUERRA
CONSIDERANDO QUE:
- El Dios de la vida rechaza la violencia del hombre contra el hombre.
- La mayoría de las guerras suceden por la ambición de poder de las naciones o de un sector de su población y levan a la dominación de los más fuertes sobre los débiles.
- La guerra destruye muchas vidas inocentes que por su edad o por circunstancias ajenas a su decisión se encuentran en medio de una conflagración bélica.
- La guerra obliga la exteriorización de la dimensión oscura o sea: miedos, frustraciones, odios, deseos de muerte de los seres humanos que participan en ella, propiciando una agresividad irracional y la destructividad sistemática.
- Los participantes en una guerra sufren afectación permanente en su cuerpo, actitudes o emociones.
- Las guerras no solucionan de manera justa y definitiva los problemas entre naciones o entre los sectores de una nación.
- Dios sólo permitió la guerra como protección o supervivencia de su pueblo y que esta disposición correspondió a un momento primario de la historia humana.
- Existen medios políticos por los cuales se podrían solucionar pacíficamente los diferendos entre los pueblos.
- El Señor Jesucristo nos enseñó el camino de la no violencia, el de la resistencia en amor.
- Hay situaciones reales donde se hace necesaria una respuesta violenta que disminuya el dolor o la afectación de muchos.
- La carrera armamentista involucra un alto porcentaje del producto interno de los países.
- La Creación misma sufre los efectos negativos de las armas utilizadas.
DECLARAMOS QUE:
- La Iglesia de Dios (7° día) se opone a la guerra. Somos una organización cristiana que cree en el pacifismo y en la búsqueda de soluciones no armadas para superar las diferencias entre los pueblos.
- Muchos de los conflictos bélicos podrían evitarse si hubiese una distribución justa de los bienes y un espacio de libertad para todos.
- Rechazamos la violencia como la solución primaria y declaramos que al mal encarnado en los conflictos sociales, en las luchas patricidas, en la rivalidad entre pueblos o la opresión económica, se le debe enfrentar con una firmeza permanente.
- Nuestros miembros deberían evitar tomar las armas para matar al enemigo. Si el gobierno de su país los forzara a ello, podrían manifestar una objeción de conciencia y solicitar servir en otra área del ejército.
SOBRE LA POBREZA
CONSIDERANDO QUE:
LOS POSTULADOS BIBLICOS SOBRE LA POBREZA Y LOS POBRES SEÑALAN QUE:
- El estudio del vocabulario hebreo y griego sobre la pobreza, lo mismo que el estudio de los textos del Antiguo y del Nuevo Testamento, muestran que los pobres son principalmente una categoría definida por su condición material y social concreta. Los pobres no son simplemente los que no tienen’ sino los que son imposibilitados de tener y de ser. Los pobres son los humillados, los reducidos a la impotencia, los condenados a mendigar, los rechazados de la sociedad, los marginados, los que no tienen posibilidades de realización como seres humanos.
- La pobreza bíblica no es de modo alguna, una situación de hecho resultante de una ley de la naturaleza o de la voluntad del Creador, sino el resultado de la violencia y de la injusticia.
- En Israel la pobreza es sentida como un escándalo intolerable, porque Yahvé había dado a su pueblo una “tierra buena” (Dt. 1:25, 35; 3:25; 6:18), dotada de riquezas (Dt. 8:7-10), para que no hubiese pobres entre ellos (Dt. 15:14; 7-1 0).
- Los textos bíblicos admiten que a veces la pobreza se puede deber a su propio pecado, ya sea la pereza, el derroche o la glotonería. (Pr. 6:6-1 1; 10:4; 14:15; 20:13; 24:30-34; 28:19). Esta realidad se cumple en ciertos casos, no obstante, en general los autores del Antiguo Testamento consideran la pobreza un mal social involuntario que debe ser abolido y no tolerado y presenta a los pobres (que abarca a las viudas, los huérfanos y los extranjeros) como personas que deben ser socorridas y no censuradas. Se les tiene no por pecadores sino por “víctimas del pecado”.
- La preocupación de Dios por los pobres, es tan fuerte que El no solamente asume su causa, sino que se identifica con ellos. “El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor; mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra” (Pr. 14:31). Los que oprimen a los pobres serán empobrecidos (Pr. 22:16); los que permanecen sordos delante del clamor de los pobres, no encuentran respuesta a sus propios clamores (Pr. 21:13). Mientras que los que tienen piedad de los pobres, prosperan y se tornan felices (Pr. 14:21; 28:8,27).
- Jesús heredó la riqueza de este legado de¡ Antiguo Testamento acerca del cuidado de los pobres y lo llevó a la práctica. Era amigo de los necesitados y dio de comer a los hambrientos. Les dijo a sus discípulos que vendieran sus posesiones para darles una ofrenda a los pobres y cuando hicieran una fiesta se acordaran de invitar a los pobres, los leprosos, los cojos y los ciegos, quienes no podrían volver a invitarlos (Lc. 12:33; 14:12ss; Mt. 25:35- 40).
- La pobreza “aprisiona el espíritu”, genera “relaciones humanas enfermas” y desperdicia el talento otorgado por Dios.
- Dios defiende a los pobres, los rescata de la miseria y los transforma de mendigos en príncipes. El invierte los criterios y valores del mundo (Ejem. Salmo 113; ISam 2:8; Lc 1:51-51).
- Los “pobres” son aquellos a quienes la llegada del Reino significa buenas noticias, en parte porque es el don gratuito e inmerecido de salvación a los pecadores y en parte porque es la promesa de una sociedad caracterizada por la libertad y la justicia.
DECLARAMOS QUE:
- La Iglesia de Dios (7° día) considera que: La pobreza involuntario es una ofensa a Dios y debemos condenarla, denunciando sus raíces personales y sociales, promoviendo la transformación de la sociedad a una vida digna para todos.
- La iglesia debe proclamar las buenas nuevas del Reino a los materialmente pobres, acogerlos en el seno de la comunidad y compartir sus luchas.
- La Iglesia, como comunidad que ha sido llamada a encarnar los ideales del Reino de Dios, debería dar testimonio de la paradoja bíblica de la pobreza, oponiéndose a una, la material y estimulando la otra, la espiritual. Debemos aborrecer la injusticia y amar la humildad.
- La Biblia afirma el derecho del cristiano a la propiedad y la naturaleza voluntaria de la donación cristiana. Nuestra confianza descansa en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
- A la luz de las verdades bíblicas y de la carencia que sufren millones de personas en la actualidad, no podemos seguir buscando una “buena vida” (de lujo desmedido) y quedarnos con la conciencia tranquila.
- El principio que debemos adoptar se basa en la enseñanza paulina: cultivar la generosidad y el contentamiento (T Ti, 6:17-19). Proponemos adoptar un estilo de vida sencillo.
ANEXO
SOBRE LA POBREZA
PLANTEAMIENTO INICIAL.
El Banco Mundial definió la pobreza absoluta como: “La condición de vida caracterizada por la desnutrición, el analfabetismo, la enfermedad, la sordidez del ambiente, un alto nivel de mortalidad infantil y una baja expectativa de vida; tanto es así que no corresponde a ninguna definición razonable de dignidad humana”.
Vivimos un mundo de fuertes contrastes sociales; mientras que una quinta parte de la población mundial carece de los bienes de primera necesidad indispensables para la subsistencia, algo más de otra quinta parte vive en la abundancia y consume alrededor de cuatro quintas partes de los recursos mundiales. La evidente disparidad entre la riqueza y la pobreza constituye una injusticia social con la cual la conciencia cristiana no puede estar en conformidad.
La pobreza extrema es degradante; rebaja a los seres humanos al nivel de los animales.
La sabiduría popular que dice: Dios hizo a los ricos para que ellos pudiesen dar trabajo a los pobres, no es bíblica.
Anexo: El escrito que se anexa al tema es un extracto del documento “compromiso evangélico con un estilo de vida sencillo” que fue emitido por la consulta sobre el Estilo de vida sencillo, realizada en Inglaterra en Marzo de 1980, bajo los auspicios de la Unidad de Etica y Sociedad de la Comisión Teológica de la Alianza Evangélica Mundial.
Compromiso evangélico
con un estilo de vida sencillo
(extracto)
Adoramos a Dios como el Creador de todas las cosas, y celebramos la bondad de su creación. En su generosidad El nos ha dado todas las cosas para que las disfrutemos y las recibamos de sus manos con humilde agradecimiento (1 Timoteo 4.4, 6.17). La creación de Dios está marcada por mucha abundancia y diversidad y el propósito de Dios es que estos recursos sean cultivados y compartidos para el beneficio de todos.
- Denunciamos, por lo tanto, la destrucción ambiental, el desperdicio y la avaricia. Deploramos la miseria de los pobres que sufren como resultado de estos males.
- También desaprobamos el desaliño de los ascetas. Todo esto niega la bondad del Creador y refleja la tragedia de la caída. Reconocemos nuestra complicidad en ello y nos arrepentimos.
Cuando Dios hizo al hombre, varón y hembra, a su imagen, le dio dominio sobre la tierra (génesis 1.26-28). Los hizo mayordomos de sus recursos y por lo tanto responsables ante El como Creador, ante la tierra que debían desarrollar y ante su prójimo con quien debían compartir sus riquezas.
Con una mayordomia infiel, en que no conservamos los limitados recursos de la tierra, ni los desarrollamos plenamente, ni los distribuimos con justicia, desobedecemos a Dios y a la vez alienamos a la gente del propósito que El tiene. Consecuentemente, estamos dispuestos a honrar a Dios como el dueño de todas las cosas, a recordar que somos mayordomos y no dueños de la tierra o las posesiones, a usarlas en el servicio de los demás y a buscar la justicia para con los pobres que son explotados y no tienen el poder para defenderse.
Esperamos la “restauración de todas las cosas” cuando Cristo vuelva (Hechos 3:21). También nuestra humanidad será restaurada a la vez; por lo tanto, debemos promover la dignidad humana hoy.
Afirmamos que la pobreza involuntario es una ofensa contra la bondad de Dios. En la Biblia se le relaciona con la impotencia, puesto que los pobres no pueden protegerse a sí mismos. El llamado de Dios a los que tienen el poder es a usarlo para defender a los pobres, no para explotarlos. La iglesia debe solidarizarse con Dios y los pobres contra la injusticia; debe sufrir con éstos y debe exigir a los que tienen el poder que cumplan el papel que Dios les ha dado.
Creemos que Jesús todavía llama a algunos (tal vez inclusive a nosotros) a seguirlo en un estilo de vida de pobreza voluntaria total. A todos sus seguidores los llama a una libertad interior de la seducción de las riquezas (puesto que es imposible servir a Dios y al dinero) y a una generosidad dispuesta al sacrificio (“que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos”, 1 Timoteo 6.18). En efecto, la motivación y el modelo de la generosidad cristiana son nada menos que el ejemplo de Jesucristo mismo, quien, siendo rico, se hizo pobre para que nosotros por su pobreza fuésemos hechos ricos (2 Corintios 8.9).
Nuestro Señor Jesús nos llama a la santidad, la humildad, la sencillez y el contentamiento. También nos promete su descanso, Sin embargo, confesamos que frecuentemente hemos permitido que los deseos pecaminosos perturben nuestra paz interior. Así, sin la constante renovación de la paz de Cristo en nuestro corazón, nuestro énfasis en un estilo de vida sencillo será unilateral.
Nuestra obediencia cristiana requiere un estilo de vida sencillo, aparte de las necesidades de los demás. Sin embargo, el hecho de que 800 millones de personas vivan en la miseria y el hecho de que 10.000 personas mueran de hambre diariamente hacen que otro estilo de vida sea inexcusable.
Algunos de nosotros hemos sido llamados a vivir entre los pobres y otros a abrir nuestro hogar a los necesitados, pero todos estamos dispuestos a desarrollar un estilo de vida más sencillo. Nos proponemos examinar de nuevo nuestros ingresos y nuestros gastos a fin de vivir con menos y dar más. No proponemos normas ni reglas ni para nosotros ni para otros, pero estamos resueltos a renunciar al desperdicio y a oponernos a la extravagancia en la vida personal, en el vestido y la vivienda, los viajes y los templos. También aceptamos la distinción entre necesidades y lujos,* “hobbies” creativos y símbolos de “status” vacíos, modestia y vanidad, celebraciones ocasionales y rutina normal y entre el servicio a Dios y la esclavitud a la moda. Para saber dónde trazar la línea se requiere de nosotros una consideración consciente y una decisión, junto con los miembros de nuestra familia. ·
SOBRE LA CREMACIÓN
El método de cremación, en cierto sentido, sólo es un acelerador del proceso que sufren los cuerpos al morir y no significa una alteración de fin, ya que el cuerpo se convierte en polvo y sus componentes químicos se mezclan con los elementos de la tierra.
El Señor tiene el poder para resucitar nuestros cuerpos, sin importar su estado de desintegración o la unidad de sus anteriores componentes. (Ez. 37:1-14; Mt. 22:23-33; 1 Cor. 15:35-50; Ap. 20:13).
Muchos de los primeros mártires sufrieron la muerte por medio de las fieras que los destrozaron o del fuego que los consumió y sus ‘restos fueron esparcidos sin hallar una digna sepultura, pero Dios los traerá a la vida nueva por su gracia y poder (Ap. 7:9-17).
El aumento de población en las grandes ciudades han originado problemas como la escasez de espacio y en algunos lugares resulta menos problemático depositar los restos de cenizas que sepultar los cuerpos en la tierra.
DECLARAMOS QUE:
La Iglesia de Dios (7′ día) reconoce que la cremación de un cadáver es decisión de los dolientes o de quien tenga la autoridad para indicarlo, en la confianza de que eso no será un impedimento en la resurrección que esperamos.
ACLARACIÓN:
Sin embargo, sugerimos que donde sea posible, se preserve el método tradicional de dar sepultura al cuerpo para dejar que cumpla su proceso natural y recomendarnos, que por salud emocional se realice la separación total de los restos del difunto. A fin de permitir que “realmente muera”.
SOBRE LA PENA DE MUERTE
- Dios es el único dueño de la vida humana y quien se ha constituido en defensor incluso de aquellos que han eliminado otras vidas humanas, como es el caso de Caín.
- El Señor Jesús ha aceptado la cruz y ha muerto perdonando a sus enemigos, constituyéndose esta actitud en un principio cristiano.
- El principio de “no matarás” prohíbe matar a cualquier persona, inclusive a los asesinos.
- Un criminal, incluso un asesino, sigue siendo una persona, pues todavía es imagen de Dios.
- Su vida sigue siendo el don de Dios y ningún humano tiene el derecho de quitárselo.
- La intención del amor cristiano es redimir al culpable; por eso no podemos cerrar la puerta a la posibilidad de la redención. Dios no da a nadie por perdido (2 Pedro 3:9).
- Abolir la pena de muerte es romper el espiral de la violencia y que se pueden ofrecer propuestas más humanas y más ricas de esperanza.
DECLARAMOS QUE:
La Iglesia de Dios (7′ Día) se opone total o incondicionadamente a la pena capital por ser un castigo definitivo, cruel, inhumano y degradante que viola el derecho a la vida y que entorpece la esperanza de la redención.
ACLARACIÓN:
- Este planeamiento se limita a la posición en cuanto a la pena de muerte como procedimiento sistemático. Entendemos que existen situaciones en las que para preservar la vida de muchos quizá las autoridades deban actuar de otra manera, no deseada pero forzada por las circunstancias. (No es justificación de la violencia, sino realismo frente a situaciones extremas).
Para ampliación: ver anexo.
DEFINICIÓN.
ANEXO: POSTURA SOBRE LA PENA DE MUERTE
“La pena capital significa la ejecución, oficialmente autorizada de la pena de muerte impuesta, de acuerdo con el procedimiento legal adecuado, a aquellas personas acusadas de haber cometido cierto tipo de delito.[1]
FUNDAMENTOS BIBLICOS.
Históricamente ha sido, y sigue siendo, un tema que genera posturas opuestas.
Los partidarios de la pena de muerte se han basado en la llamada “ley del talión” (Éxodo
21:23-24), recurriendo a la frase: “vida por vida’.
También toman el pasaje “Quien vierta sangre de hombre, por otro hombre será su sangre vertida (Génesis 9.-6), para legitimar su posición.
Así como otros textos que ordenan la pena de muerte del transgresor, como Éxodo 21:12,14; Levítico 24:17,21; Números 35:16-21 y Deuteronomio 1 9: 11s.
Por otro lado, las abolicionistas citan Génesis 4:5, donde se menciona cómo Dios señala a Caín para protegerlo contra la venganza. Citan a Ezequiel 33:11 donde el Profeta presenta el rostro misericordioso de Dios “…yo no me complazco en la muerte del malvado…”
Nos equivocamos al trasponer anacrónico y literalmente las normas bíblicas, Dios da su mensaje gradualmente, adaptándose a la mentalidad y costumbres de los hombres.
Génesis 9:6 debe entenderse como un Proverbio repetido, semejante a: “El que a hierro mata, a hierro muere”, haciendo referencia a lo que usualmente les ocurre a los asesinos, mas no es un mandato divino de matar a los asesinos. De lo contrario tendríamos problemas ya que el texto no establece diferencia de intencionalidad o de la edad de quien comete el homicidio.
Por su parte, la ley del “ojo por ojo” debe entenderse como una limitante contra los deseos de venganza, si se quiere aplicar literalmente, tendremos problemas de incoherencia, no sería sensato castigar un robo con un robo, o un secuestro con un secuestro.
En cuanto a los textos del Nuevo Testamento, también se reparte las posturas. Los defensores de la pena de muerte citan Romanos 13:4 donde Pablo califica de servidora a la autoridad que porta la espada; sin embargo, el texto no indica un mandato de ejecutar a los delincuentes. Agregan I Corintios 5:6 donde invita a purificarse de la levadura que hace fermentar toda la masa, en una alusión a los malhechores que corrompen el tejido social. El pasaje, no permite una exégesis a este grado.
En el texto que describe el encuentro de Jesús con la mujer pecadora, observamos la manera en que Jesús logra que la multitud no reaccione como un grupo poseído por la furia colectiva, sino que enfrenta a cada individuo con su situación intelectual y espiritual.
Agregamos las razones que Amnistía Internacional esgrimió en la Declaración de Estocolmo (1 1 de Diciembre de 1977) sobre la abolición de la pena capital.
– El recurso a la pena capital es con frecuencia ejercitada corno medio de represión ante grupos de oposición y ante sectores marginados de población o bien por motivos raciales, étnicos o religiosos.
– La ejecución es un acto de violencia y la violencia siempre tiende a generar violencia.
– La actuación de la pena capital es brutalizante para todos los que se encuentran implicados en el proceso.
– Nunca se ha demostrado que la pena capital desarrolle una particular acción disuasoria.
- El recurso a la pena capital ocurre cada vez con más frecuencia bajo formas de desapariciones inmotivadas, ejecuciones extrajudiciales y homicidios por motivos políticos.
- La ejecución es irrevocable y puede ser aplicada a un inocente.2
[1] ALLEN, F.A. pena de muerte, Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales Vi¡, Madrid 1975, 706.
2 Citado en FLECHA, José Román. ‘La fuente de la vida. Manuel de bioética: Sígueme, Salamanca, 1999.
SOBRE EL ABORTO
INTRODUCCION.
El aborto es un tema de gran debate: desde su aceptación absoluta por particulares y su legalización en algunas naciones, hasta su rechazo absoluto, aun a riesgo de la vida de la madre.
El juramento de Hipócrates dice: “Adoptaré aquel método de tratamiento que, según mi capacidad y juicio, considere sea para el beneficio de mis pacientes, y me abstendré de todo lo que fuese nocivo y malicioso. No administraré una droga mortal a quien me la pidiere, ni aconsejaré su empleo; asimismo, no colocaré el pesario a una mujer para provocar el aborto”. (s. V a.c.).
La Declaración de Ginebra (1948) establece: “Mantendré sumo respeto por la vida humana desde el momento de la concepción”.
Es tema de debate, pues comprende aspectos legales como teológicos, éticos, sociales y personales. Tiene una fuerte carga emocional, ya que está asociado con los misterios de la sexualidad y la reproducción.
Pero no podemos, como cristianos, evadir nuestra responsabilidad de fijar una postura que sea claramente bíblica, basada en la ética cristiana y que responda eficazmente ante el avance de este grave problema social.
Hay dos razones para hacerlo:
Primero
Porque el aborto se relaciona con la soberanía de Dios y con el carácter sagrado de la vida humana. Dios es único dador y sustentador de la vida y quien puede quitarla.
Segundo
Porque el aborto atenta contra la Doctrina Bíblica del ser humano, pues sabemos que desde el momento de la concepción, y por más que el huevo o cigoto, luego embrión tenga poco desarrollo, está vivo y es humano. En la Primera Conferencia Internacional sobre el Aborto (Washington, D.C., 1967) se declaró: “No encontramos ningún punto en el tiempo entre la unión del esperma y el óvulo y el nacimiento del niño en el cual se puede negar que se trate de una vida humana”.
FUNDAMENTO BIBLICO.
Hay tres verdades importantes que van en contra del aborto manifestadas en el Salmo 139:
El ser humano es creación de Dios. “Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre” (v. 13 NVI). La concepción es el momento decisivo que da comienzo al ser humano. El extraordinario proceso de crecimiento embrionario es obra de la capacidad creadora de Dios. Y la vida como la muerte son prerrogativas divinas, no humanas.
Existe una continuidad entre la vida embrionaria y la vida adulta del ser humano. El salmista es en el presente un adulto, pero echa una mirada al pasado y se ubica en el tiempo en que aún no había nacido. Usa los mismos pronombres personales “yo” y “mi”, pues sabe que durante su vida pre y posnatal es la misma persona. Hay cuatro etapas de la vida del salmista enunciadas en el Salmo 139:
– Primera:
“Tú me has examinado” (v. 1). Esto equivale al pasado.
– Segunda:
“estás impuesto es todos mis caminos” (vv. 2-3). Aquí habla en tiempo presente.
– Tercera:
“Me asirá tu diestra” (v. 10). Esta equivale al futuro.
– Cuarta:
“me formaste en el vientre de mi madre” (v. 13). Aquí habla de su etapa prenatal.
En cada etapa se refiere a sí mismo como “yo”. Es la misma persona en el vientre de su madre, en la infancia, juventud y edad actual.
Hay una comunión personal entre Dios y el salmista. El mismo Dios que creó al salmista es quien ahora lo sustenta, lo conoce, lo ama y lo sostiene (vv. 1-6); nunca lo abandona (vv. 7-12). Y más que comunión, que habla de una relación recíproca, podemos decir que se trata de un pacto de gracia que Dios inició y que mantiene hacia nosotros. Dios nos amó desde antes de que nosotros pudiéramos responderle conscientemente, o sea, en nuestra vida intrauterina. Por tanto, lo que nos hace personas no es el hecho de que conozcamos a Dios, sino que El nos conoce a nosotros. ¿Qué significa esto? Que cada uno de nosotros YA ERA PERSONA desde el vientre de nuestra madre, pues desde entonces Dios ya nos conocía y nos amaba. ¿Es el feto una formación en el cuerpo de la madre? No. ¿Es un ser humano en potencia? No. ¿Qué es, entonces? Es una vida humana que, inmadura todavía, pero con la potencialidad de crecer hasta la plenitud de la individualidad humana que YA posee.
Este sentido de continuidad de la vida humana personal, obra de la gracia de Dios, está expresado en los siguientes pasajes de la Biblia: Job 31:15; Salmo 119:73; Eclesiastés 11:5; Salmo 22:9-10; 71:6; Jeremías 1:5; Isaías 49:1, 5; 46:3-4.
Incluso Lucas emplea la palabra griega “brefos” para referirse a la criatura que saltó en el vientre de Elisabet al saludo de María (Lucas 1:41), y es la misma palabra que usa para referirse al recién nacido (Lucas 2:22), y a los niños que traían a Jesús para que los bendijese (Lucas 18:15). El feto, como el recién nacido y el niño son totalmente seres humanos.
Esto nos hace preguntarnos: ¿el aborto no se justifica en ningún caso? Para responder a esta difícil cuestión compartimos nuestra postura oficial respecto al aborto.
DECLARACION GENERAL
La Iglesia de Dios (7º día) A.R. es una Organización Cristiana que está a favor de la vida desde la concepción. Consecuentemente estamos en contra del Aborto.
Sin embargo:
Comprendemos que hay casos especiales en que está en riesgo la vida de la madre, por lo que el aborto terapéutico podría ser necesario.
También rechazamos toda práctica de planificación familiar que incluya métodos abortivos.
CONCLUSION.
Reconocemos que nos hace falta estar mejor informados sobre las implicaciones del aborto (legales, teológicas, éticas, médicas, sociales y emocionales), así como sobre la sexualidad humana y la reproducción. Esto ayudaría a facilitar la toma de una decisión adecuada ante la posibilidad de un aborto terapéutico, o poder superar los efectos de un aborto espontáneo. Pero, sobre todo, reconocemos nuestra necesidad de una estrecha relación con el Señor de la vida y un acercamiento a su Palabra, los cuales serán los pilares fundamentales donde fincar nuestra fe y conducta.
SOBRE EL MATRIMONIO, DIVORCIO Y NUEVO CASAMIENTO
EL MATRIMONIO, EL DIVORCIO Y EL NUEVO CASAMIENTO
INTRODUCCION.
El Matrimonio es una institución divina, pues su origen se encuentra en la voluntad creadora de Dios: “Y crió Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo crió: varón y hembra los crió. Y los bendijo Dios; y díjoles: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra” (Génesis 1:267-28). “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegarse ha a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2:24). Consecuentemente, está en contra del divorcio: “El Señor actúa como testigo entre ti y la esposa de tu juventud, a la que traicionaste aunque es tu compañera, la esposa de tu pacto. Yo aborrezco el divorcio –dice el Señor, Dios de Israel” (Malaquías 2:14, 16). Pero la maldad del hombre hizo necesaria la legislación sobre el divorcio (Mateo 19:3-8; Deuteronomio 24:1). Pero la permisión que Dios da para el divorcio (Mateo 5:32 y 19:9) no es un mandamiento inflexible, pues el adulterio y fornicación no son pecados que tengan en sí mismos la capacidad de destruir un matrimonio que esté dispuesto a “correr la segunda milla” del perdón y la reconciliación. Y en estos mismos parámetros es que un segundo casamiento puede ser posible si el divorcio previo se ha hecho según estos lineamientos bíblicos.
Analicemos ahora la problemática que gira en torno a estos temas.
PROBLEMÁTICA ACTUAL
Respecto al Matrimonio:
Rompimiento del compromiso matrimonial.
Una práctica equivocada del matrimonio como resultado de falsos conceptos e inadecuada preparación en las parejas.
Matrimonios prematuros o circunstanciales.
Proliferación de matrimonios mixtos (en cuanto a creencias religiosas).
Abuso y maltrato físico y psicológico a mujeres y hombres.
Incapacidad para amar en alguno de los cónyuges o en ambos.
Sobreevaluación del amor erótico y depravación en su práctica.
Decepciones amorosas; poca disposición a la reconciliación; falta de respeto.
Devaluación y descuido personal; desorden financiero.
Respecto al Divorcio:
Cuando se provoca la separación por mala conducta de alguno de los cónyuges.
Cuando uno de los cónyuges o ambos no están dispuestos a la reconciliación.
Cuando uno de los cónyuges ha sido objeto de abandono, malos tratos, abuso físico y psicológico u opresión.
Cuando uno de los cónyuges manifiesta una actitud permanente de irresponsabilidad: no trabaja; no cumple con sus tareas del hogar; practica un vicio que pone en riesgo la integridad del otro cónyuge y/o los hijos; olvida a la familia por ausentismo o desinterés total; tiene problemas psíquicos y no está dispuesto a recibir tratamiento profesional.
Que al no haber infidelidad de alguno de los dos o los dos, dejamos de aconsejar y luchar para hacerlos desistir de su propósito procurando descubrir la causa, pudiendo ser aspectos que mediante dependencia divina, orientación y voluntad de ambos pueden corregirse.
El que uno de los cónyuges no puede engendrar hijos.
Respecto al Nuevo Casamiento:
Cuando uno de los pretendientes es divorciado y la causa de su divorcio fue su infidelidad.
Cuando los dos pretendientes son divorciados y la causa de su divorcio fue su infidelidad.
Cuando uno de los pretendientes es divorciado y la causa de su divorcio no fue infidelidad.
Cuando los dos pretendientes son divorciados y la causa de su divorcio no fue infidelidad
Ante la presencia de esta problemática presentamos nuestra postura al respecto
DECLARACION GENERAL:
Respecto al Matrimonio.
El matrimonio es una institución establecida por Dios con el propósito de que dos seres (heterosexuales) que se aman unan sus vidas para siempre (Génesis 5:2; Romanos 7:1-3; 1 Corintios 7:39).
Dado que el matrimonio es una institución de carácter civil y religioso, regulada por las autoridades civiles y ratificada por Dios para su bendición, nos comprometemos a que nuestra práctica pastoral promoverá la observación de los requisitos e impedimentos que para este acto se determinen en el Código Civil para el Distrito y Territorios Federales.
Nos comprometemos a que nuestra práctica pastoral en este asunto incluya:
Educación y concientización prenupcial sobre la importancia del matrimonio, así como los deberes y obligaciones que de éste se desprendan a la luz de la Palabra de Dios.
La imploración por bendiciones de Dios para el matrimonio recién formado.
Respecto al Divorcio.
Siendo que el matrimonio es una riqueza para las parejas y la sociedad y que la enseñanza bíblica es de que el matrimonio persiste mientras ambas partes vivan (Mateo 19:4-5; Marcos 10:6-8, 12), nos declaramos en contra de la práctica del divorcio.
Comprendemos, sin embargo, que como resultado del pecado del ser humano, en algunos casos excepcionales puede ser aceptado:
En los casos establecidos en Mateo 5:32 y 19:9, que se refieren a infidelidad durante el desposorio (Mateo 1:18-20) o de unión ilegítima (Levítico 18:6-17), o siendo ya casado.
En casos de perversión de la conducta de alguno de los cónyuges, que conlleve un riesgo grave a la integridad del otro cónyuge y/o sus hijos.
En los casos descritos en los incisos A y B del punto anterior, se recomienda inicialmente la separación temporal y simultáneamente llevar a cabo una labor de consejería pastoral con la pareja, encaminada a la reconciliación y a la resolución de los problemas por los que se consideró el divorcio.
Disciplinaremos al miembro de nuestra Iglesia, según lo establece Mateo 18:15-17, si realizara el divorcio con desacato de la recomendación pastoral.
Respecto al Nuevo Casamiento.
Dado que la Biblia es explícita al tratar sobre este apartado, aprobamos el Nuevo Casamiento sólo en los siguientes casos:
Que se trate de un hombre o una mujer que se encuentre libre porque su cónyuge haya muerto (1 Corintios 7:39).
Que se trate de una persona que se integra a nuestra Iglesia con el antecedente de ser legalmente divorciado.
Que en caso de tratarse de un miembro de la Iglesia que se divorcia siendo creyente, el divorcio se haya debido a los puntos señalados en los incisos A o B arriba mencionados.
CONCLUSIÓN.
Nuestro compromiso de fidelidad a la Palabra del Se ñor nos impulsan a velar por la indisolubilidad del matrimonio. A la preparación para un matrimonio responsable. A la consejería a los matrimonios en problemas. A la búsqueda del perdón y de la reconciliación en todo matrimonio con planes de divorcio por causa de pecados de infidelidad. Al aconsejamiento de la separación temporal para buscar la reconciliación antes del divorcio definitivo. Al nuevo casamiento bajo los parámetros establecidos por Dios en su Palabra. Que Dios nos ayude en tan compleja labor.
SOBRE LA POLÍTICA
- Dios es Dios de todo el mundo y no sólo de la iglesia y que la Biblia es la verdadera fuente para la justicia social.
- Los cristianos somos ciudadanos de dos reinos y tenemos responsabilidades en ambos.
- La política es el arte o la ciencia de administrar la polis o ciudad, de tal manera que haya justicia y paz para los ciudadanos.
- Si queremos que la iglesia muestre la pertinencia del evangelio para todas las áreas de la vida del hombre contemporáneo, debemos aportar la perspectiva bíblica sobre los grandes asuntos que hoy preocupan a nuestros pueblos.
- Los cristianos tenemos muchas cosas importantes que aportar a nuestro país, a la Constitución Política, a las leyes, a las instituciones sociales o económicas.
- La iglesia no debe conformarse a ninguna ideología dominante (ni liberalismo burgués occidental ni marxismo) sino que debe ser crítica a la realidad.
- Los profetas de Dios denunciaron acciones y vicios que destruían al ser humano como: la injusticia, la opresión, la corrupción y todo pecado social, invitando a gobernantes y a poderosos a practicar la misericordia, el juicio y la paz. (Amós 5:12-15, 24; Isaías 1:21- 27; Miqueas 6:8).
- El Señor Jesucristo vino a salvar al hombre de su opresión y postración física y espiritual restaurando su dignidad perdida e integrando a la sociedad y al reino de Dios a quienes estaban excluidos de ella (a la mujer, a los leprosos, ciegos, cojos, paralíticos, publicanos, pecadores, prostitutas y adúlteros) (Lucas 4:18-19; Mateo 4:23; Marcos 1:40-42).
- El Estado es puesto por Dios para procurar el orden, la justicia y el bienestar de las personas y que debe ser obedecido reflexivamente y por causa de la conciencia (Romanos 13:1-7).
DECLARAMOS QUE:
- La Iglesia de Dios (7° día) está comprometida con el bienestar total de todos y cada uno de los ciudadanos, teniendo como ideal el shalom de Dios.
- Estamos decididos a influir positivamente en la sociedad, promoviendo leyes que se ajusten a la ética cristiana, que protejan la integridad y los derechos de la persona, la familia y los grupos sociales.
- Somos respetuosos de las autoridades elegidas en nuestro país. Nos comprometemos a orar por el buen desempeño de sus funciones.
- Como organización religiosa, nos manifestamos apartidistas; sin embargo, aceptamos que nuestros miembros participen, a título personal, en el partido de su preferencia.
- Nuestra obediencia al Estado será consciente y reflexiva; nuestra primera lealtad es a Dios, Señor de la historia.
- Nos manifestamos por una sociedad sin excluidos, ya sea por motivos económicos, raciales o culturales.
- Rechazamos los métodos violentos,;como forma de protesta. Reconocemos los cauces institucionales para manifestar las disidencias.
SOBRE LA DONACIÓN DE ORGANOS
- El Señor entregó su cuerpo para nuestra salvación y se ha identificado con todos los que sufren;
- El Seños nos ha enseñado que el más grande acto de amor es dar la vida (Jn. 15: 1 3),
- El Señor tiene el poder para resucitar un cuerpo desintegrado;
Hay un momento en el que habiéndose declarado la muerte de una persona, puede ser que permanezcan algunos órganos en buen estado;
- Vivimos en una época en la que es posible realizar trasplantes de órganos de un vivo o de un cadáver reciente a un enfermo para hacer posible la continuidad de su existencia.
- Donar órganos es una forma de seguir siendo útiles aún después de muertos;
- No es determinante a quien se le done el órgano, ya que el futuro de cada persona solamente lo conoce Dios. (Por ejemplo: si es un increyente, puede llegar a convertirse o a la inversa);
DECLARAMOS QUE:
Como Iglesia de Dios (7° día) nos adscribimos a la campaña de donación de órganos, considerando este gesto hacia los hermanos (la humanidad) como un ofrecimiento al Señor.
Este acto debe ser una decisión personal, no por coacción sino por convencimiento y por motivos altruistas. Invitamos a quienes tengan esta comprensión que se inscriban como potenciales donantes o bien que cuando se hallen en circunstancias de donar un órgano o más lo hagan libremente como un acto de generosidad.
ACLARACIONES:
Entendemos que hay aún aspectos problemáticos en este tema como:
– La determinación médica del momento de la muerte.
- Ni los órganos ni los tejidos pueden ser objeto de comercialización o de intercambio.
- Debemos denunciar los actos de injusticia, como el tráfico de órganos, que se comentan en este renglón y vigilar que impere la justicia en este acto de solidaridad.
- Los prejuicios con respecto a la sacralidad de nuestros cuerpos; pensamos que deben conservarse intactos; sin embargo, si el propósito es dar vida, pensamos que estamos uniéndonos en el sacrificio expiatorio de Cristo.
- No debe tomarse como un mérito sino como un acto de gratitud.
- Es necesario que se asegure de la muerte del paciente y se supere la tentación de considerar muertos a los pacientes que están sumidos en estado de inconciencia.
- Es un abuso ético y profesional la extracción masiva de órganos y tejidos de un mismo “donante”.
- Esperamos que exista una legislación que preserve la dignidad de la persona, el honor del donante, la sensibilidad de la familia y la confianza en los médicos que se desempeñan en esta área.
- Los trasplantes de órganos podrán practicarse cuando éste signifique un cambio importante en la calidad de vida del posible receptor.
- Debe haber una legislación apropiada en los casos donde los posibles donantes vivos sean menores (como en los casos de trasplante de médula), haciendo un balance entre los riesgos a los que se somete al donante y los beneficios que se espera conseguir.
- Es lícito que el ser humano se sirva de trasplantes o injertos procedentes de animales (aun de aquellos que según la dieta de la alimentación que practicamos aparecen como prohibidos para comer), entendemos que su separación no implica inutilidad total, la creación de Dios es buena.
- No son admisibles éticamente los trasplantes de órganos de fetos voluntariamente abortados.
SOBRE LA CLONACIÓN
- Que las técnicas llamadas de clonación aun están en etapa de investigación y que sus alcances, aunque prometedores aún no están bien definidos.
- Que “el valor ético de toda investigación esta condicionado no solo por la finalidad que se pretende, sino por los medios empleados para alcanzarla. Cuando la experimentación no queda justificada por un motivo razonable, o se realiza a costa de otros valores tan importantes como la dignidad de la persona, pierde por completo su carácter humano y termina convirtiéndose en una amenaza para el mismo hombre” (Eduardo López Azpitarte, de su libro “Ética y Vida. Desafíos actuales”, Ediciones Paulinas, México, D.F., 1994, p. 77).
- Que “cada uno de los llamados avances tecnológicos –concebidos apresurada e irreflexivamente para superar a los competidores y multiplicar los beneficios económicos- suelen crear dificultades al ser humano” (Isaac Asimov).
- Que la aplicación de estas técnicas innovadoras puede encaminarse a una nueva forma de reproducción (clonación reproductiva) o a un campo de investigación para nuevos tratamientos médicos (clonación terapéutica).
- Que existen dificultades técnicas y problemas biológicos aún no conocidos en los procesos de clonación reproductiva que condicionan fetos anormalmente grandes o deformes y la muerte prematura de los embriones producidos.
- Que es necesario, para los efectos de la clonación reproductiva, producir decenas de embriones para obtener uno que produzca un embarazo viable y el resto deberá ser eliminado como producto de desecho.
- Que “los embriones que no mueran prematuramente podrán vivir para convertirse en niños y adultos anormales” (Ian Wilmut, del Instituto Roslin de Escocia y responsable de la clonación de Dolly, el primer mamífero nacido por este procedimiento, en marzo de 1997).
- Que la perspectiva de la reproducción dirigida y el control de la diferenciación celular de grupos troncales de células pueden generar productos potencialmente terapéuticos que ayuden a mejorar las condiciones de vida del ser humano sin afectar la dignidad de persona alguna.
- Que la preocupación del hombre se centra en su propia creación y no en la creación de Dios, que corre el peligro en ser relegada a segundo término.
- Que Dios le da la facultad al hombre para descifrar el misterio de la vida y le permite intervenir en él para hacer factible una vida plena.
- Que se corre el riesgo de dejarse guiar por el pecado de orgullo desmedido y pretender negar las dimensiones de la vida creada por Dios.
DECLARAMOS QUE:
- La Iglesia de Dios (7° DIA) A.R. se declara en contra de la clonación reproductiva en seres humanos por considerar que se trataría, actualmente, de producción en serie de varios embriones humanos que representan seres individuales para seleccionar uno que será llevado a término, con la destrucción de otras vidas potenciales.
- Que la aplicación de los métodos de clonación como una técnica de reproducción asistida no cumpliría un propósito humanitario de beneficio social, ni siquiera de pareja, pues tiene un carácter eminentemente individualista, por lo cual la rechazamos.
- Nos declaramos a favor de la aplicación juiciosa de las técnicas de clonación terapéutica, pues éstas pueden abrir una línea de investigación médica que produzca tratamientos útiles para las distintas enfermedades que aquejan al ser humano.
SOBRE EL SIDA
CONSIDERANDO QUE:
- El Avance de la epidemia infecciosa del Virus de lnmunodeficiencia Humana (VIH) causante del Síndrome de lnmunodeficiencia adquirida (SIDA) es reconocido como un problema de Salud Mundial.
- La presencia del VIHISIDA provoca el sufrimiento humano y la muerte, pasando por un agobiante proceso de pobreza y dolor en la gran mayoría de los casos, especialmente en los países menos desarrollados, donde la familia inmediata recibe los estragos dolorosos de la desgastante enfermedad y la sociedad vive la urgencia de invertir grandes recursos para atender precariamente a los enfermos con tratamientos de elevadísimo costo.
- La raíces epidemiológicas tienen una estrecha relación con el comportamiento ya que determinadas conductas contribuyen a su difusión.
- Dios ama verdaderamente al Ser Humano, con un amor sacrificial y regenerador, expresado claramente en la persona, vida, ministerio, muerte y resurrección de Cristo Jesús a favor del hombre y la vida.,”Juan 3:16; Lucas 4:18,19.
- Cristo Jesús vino para rescatar al hombre y la mujer rechazados y alienados de Dios mismo, del bienestar y de la comunión con los demás y para reconciliarlos y llevarlos a la vida verdadera. Lucas 19:10; Mateo 4:23; 9:35; Marcos 1:40-45; Juan 8:2-1 1; Hechos 10: 37, 38.
- El Ser Humano tiene la imagen y semejanza de Dios, aunque afectada por la caída, sin embargo, sujeta de redención por la obra regeneradora del Espíritu Santo de Dios. Génesis 1:26, 27; la. Corintios 6:1 1.
- La función de la iglesia es conducir a los hombres y las mujeres a la vida en todas sus expresiones, a semejanza del Señor Jesús, quien dijo: “… Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” Juan 10:10. La misión dada a la iglesia tiene que ver con la reconciliación, la consolación y la esperanza de vida. 2′. Corintios 1:3-5; 5: 1 9; Efesios 2: 1 – 9; Tito 3:4-7. En un sentido apostólico, la iglesia es enviada a llevar las buenas nuevas del reino de manera integral, es decir al ser humano en su totalidad. Mateo 10:7-8.
DECLARAMOS QUE:
La Iglesia de Dios (7° día) reconoce que Dios ama a los enfermos de toda enfermedad y que su plan para ellos es de bendición, que los enfermos de VIH/SIDA, son objeto de la salvación, esperanza y el consuelo de Dios, sin importar el grado de afectación que padezcan.
- Como iglesia tenemos una responsabilidad de responder evangélicamente al flagelo que representa el VIH/SIDA, con una acción pastoral directa a favor de aquellas personas afectadas, mostrando compasión, cercanía y apoyo incondicional, procurando el alivio moral y espiritual.
- Estamos llamados por vocación cristiana a educar y a coadyuvar en todo esfuerzo preventivo para evitar la mayor propagación del VIH/SIDA.
- Tenernos una ineludible responsabilidad humana para prevenir, por todos los medios éticamente lícitos, el contagio y la propagación de esta epidemia.
- Tenemos una ineludible responsabilidad humana, social y cristiana de atender y promover la atención especializada de los enfermos de VIH/SIDA, así como de proporcionar asistencia oportuna y solidaria al enfermo y su familia.
- Cada persona tiene la responsabilidad ética de abstenerse de actividades de riesgo.
- El tratamiento aislado de los enfermos de VIHISIDA no debe significar segregación.
- En razón de que el mayor porcentaje de contagio del VIH se da por el contacto sexual, nos pronunciamos porque:
- La mejor manera de contener efectivamente el crecimiento del fenómeno VIHISIDA es una decisión de abstinencia sexual en situaciones de riesgo evidente.
- La práctica sexual segura es con el esposo y la esposa que cultivan una vida de fidelidad sexual.
- En el caso de evidente ausencia de valores morales cristianos en las personas que mantienen una actitud de promiscuidad sexual o de conductas no cristianas de práctica sexual de riesgo, recomendarnos como medida mínima de prevención el uso del condón en toda relación sexual
Para ampliación: ver anexo.
ANEXOS SOBRE EL SIDA.
Según el informe sobre las enfermedades infecciosas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que dice: “En todo el mundo más de 33 millones de personas viven con el VIHISIDA. Todavía no existe curación a la vista”.[1]
También que: “las muertes relacionadas con el SIDA ascienden ya a 1.5 millones al año en todo el mundo”, y que “La epidemia sigue extendiéndose, a un ritmo de 8,500 nuevas infecciones diarias”.[2]
El VIHISIDA se trasmite principalmente por las siguientes causas.[3]
- Relaciones sexuales (coito) con una persona infectada, ya sea de hombre a mujer, de mujer a hombre o de hombre a hombre.
- Transfusiones de sangre o sus derivados contaminados.
- Uso de instrumentos punzo cortantes contaminados, como ocurre con todos los dependientes de drogas que intercambian sus jeringas.
- Una mujer infectada puede infectar a su bebé durante el embarazo o la lactancia materna.
[1] OMS informe sobre las enfermedades infecciosas 1999. pág. Centro de Información de las Naciones Unidas.
[2] Información del Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA). Centro de Información de las Naciones Unidas para España.
[3] Tercer Congreso Latinoamericano de Evangelismo 1992, Quito, Ecuador. Taller: Pastoral de las personas amenazadas por el VIH/SIDA. Pág. 828. FTL.
SOBRE EL MALTRATO A MENORES
INTRODUCCION.
La Declaración de los Derechos de los Niños de la ONU (20 de noviembre de 1959) dice: “El niño deberá ser protegido en contra de todo tipo de negligencia, crueldad o explotación”.
No obstante, el maltrato físico, sexual y psicológico en los niños es una lamentable situación actual que hace imperativo que la sociedad entera conozca y defienda los Derecho Universales de los Niños, evitándose este maltrato.
El reconocimiento del maltrato de los niños como un problema social es algo relativamente nuevo. A través de la historia los niños han sido vistos como la propiedad de sus padres, pudiendo éstos disciplinarlos como mejor les pareciera.
El maltrato de los niños es una gran tragedia en nuestro país. Los niños, víctimas de la violencia en el hogar, se encuentran en todos los grupos socioeconómicos, culturales, raciales y de edades. Los patrones de violencia se transmiten a menudo dentro de la familia: ¡Los golpeados se convierten en golpeadores!
Actualmente, la crisis social que impera en nuestro país ha generado un aumento en la tensión familiar, lo cual se refleja en una mayor impaciencia para con los niños, propiciando el maltrato físico, verbal o psicológico contra ellos, además de la dificultad para proveerles alimento, salud y educación.
EL MALTRATO DE NIÑOS Y SUS VARIAS MANERAS DE ABUSO.
El maltrato a los ni ños puede ser abierto y visible o de maneras sutiles y encubiertas. Este tipo de abuso puede expresarse de varias formas
ABUSO FISICO:
Incluye las lesiones que sufren los ni ños y que no son accidentales, desde una bofetada,
empujones y golpes, hasta la rotura de huesos, heridas con objetos diversos o armas. El abuso en el castigo corporal le estará negando al niño el desarrollo emocional apropiado que da como resultado un adulto equilibrado y responsable. Al niño maltratado le resulta más sencillo entregarse a las drogas, el alcohol o a las conductas sexuales desviadas.
ABUSO VERBAL:
El maltrato verbal puede ser tan degradante y humillante para el niño, que puede llegar a convencerse de que cualquier castigo físico que siga a los insultos es merecido. El padre o madre vociferante, que con frecuencia utiliza en sus expresiones maldiciones y lenguaje soez, priva al niño de su propia estima, le crea problemas de identidad, y puede llegar a deprimirlo hasta el punto de transformarlo en un incapacitado emocional.
ABUSO PSICOLOGICO O EMOCIONAL:
Incluye retirar el amor y el afecto, rechazar, degradar y amenazar al niño que aún depende emocionalmente de los padres.
NEGLIGENCIA:
Cuando no son satisfechas las necesidades b ásicas del niño para su sobrevivencia (alimento,
ropa, vivienda, medicinas), o de amor, cuidado y dirección; o incluso cuando se obliga al menor a que asuma un rol o papel que no es apropiado para su edad (como el cuidar a alguien).
ABUSO SEXUAL:
Este incluye el “manoseo” o caricias en sus genitales por parte de adultos hasta la violación. Se denomina “Incesto” cuando este abuso lo realiza un miembro de la familia y “Asalto Sexual” cuando el agresor no es miembro de la familia.
DESTRUCCION DE PROPIEDADES Y MASCOTAS:
Que son de algún significado para el propietario. Es especialmente común entre los hermanos mayores, que hacen que aparezca como un accidente, y por los padres que usan esto como una forma de disciplina.
Los niños maltratados se sienten con frecuencia deprimidos, obtienen malas calificaciones en la escuela, se comportan mal y algunos llegan a delinquir. Con frecuencia son mentirosos, hacen trampas y violan los derechos de los demás. Suponiendo que la violencia es una respuesta conductual normal, recurren a ella para resolver problemas en la escuela, con sus condiscípulos y familiares. A menudo serán suicidas y algunos pensarán en matar a sus
padres. Un gran porcentaje de la población de las cárceles es el producto de la violencia dentro de la familia.
No importa cuáles sean las circunstancias, los niños son incapaces de escapar de este problema y, a menudo, de obtener ayuda alguna.
CARACTERISTICAS DE LAS FAMILIAS DONDE EXISTE MALTRATO A MENORES.
Las familias abusivas presentan algunas de las siguientes características:
En muchas ocasiones los padres no se dan cuenta que están siendo abusivos. No necesitan necesariamente un motivo para castigar a sus hijos. Los padres abusivos a menudo experimentaron el abuso o la conducta negligente de parte de sus propios padres.
Los padres abusivos generalmente no entienden las necesidades del niño y no están capacitados para cumplir su papel.
Los padres abusivos no están conscientes de las capacidades y limitaciones de los niños en sus diferentes edades y etapas, lo cual es esencial para la crianza. La familia abusiva a menudo está aislada de los vecinos y familiares.
Los padres inmaduros o inseguros comúnmente batallan con los problemas de la vida diaria, reflejando en sus hijos tales características. Muchas familias abusivas se consideran religiosas y pretextan pasajes de la Biblia para justificar su maltrato hacia los niños.
LA IGLESIA DE DIOS (7º DIA) A.R. Y EL MALTRATO A MENORES.
Como Iglesia reconocemos nuestro compromiso ante el maltrato a menores en los siguientes aspectos:
Cuando en alguna de nuestras familias se estuviere dando alguna clase de abuso o maltrato a menores, tenemos la obligación de ofrecer una pastoral cristiana con esa familia, que incluye la orientación de buscar ayuda socia;, por ejemplo, del D.I.F., de la Procuraduría para la Defensa del Menor y la Familia, o de algún Trabajador Social que pueda auxiliar.
Admitimos nuestra Misión Profética de señalar el pecado del maltrato a menores y llevar al miembro ofensor de nuestra Iglesia al arrepentimiento, buscando el perdón de Dios.
La Iglesia de Dios (7º día) A.R. reconoce su obligación de denunciar los abusos a menores y ser de apoyo durante el proceso de ayuda institucional a la familia donde hubiere abuso, ayudando a los adultos que abusan a vencer la vergüenza de admitir que necesitan ayuda.
Admitimos como Iglesia que los niños maltratados necesitan protección, apoyo, alguien que los escuche, cuidado y dedicación. Reconocemos, sobre todo, que el ministerio con los niños maltratados precisa de una labor de confirmación; esto es, que el niño necesita escuchar un mensaje muy importante para su autoestima: “No es tu culpa”; “no hiciste nada malo”; “me alegro que estés vivo” o “que no estés lastimado”, así como ser consecuentes con ellos; es decir, tolerarlos con amor.
Si la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que todo ser humano tiene derecho a la salud, vivienda, vestido, alimento y educación, la Iglesia de Dios (7º día) A. R. reconoce que debe impulsar el ejercicio y práctica de estos derechos fundamentales en la vida.
LA BIBLIA Y LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS.
El niño tiene derecho a ser amado y aceptado (Tito 2:4; Mateo 10:42).
El niño tiene derecho a ser instruido y recibir educación cristiana y secular (Proverbios 22:6; Efesios 6:4).
El niño tiene derecho a ser cuidado (1 Timoteo 5:8).
El niño tiene derecho a ser respetado (Colosenses 3:21; Mateo 18:10).
El niño tiene derecho a recibir los refuerzos que generen el respeto de sí mismo y sentimientos de seguridad y pertenencia (Proverbios 4: 3).
El niño tiene derecho a ver que sus padres se demuestran el uno al otro respeto y afecto sincero (Cantares 6:3).
El niño tiene derecho a ser disciplinado en formas justas y congruentes (Proverbios 3:11-12).
No esperar de un niño más de lo que puede o está capacitado para dar.
Ser justos y correctos al administrar disciplina (Hebreos 12:11), no siendo inflexibles (Efesios 6:4; Colosenses 3:21).
Nunca aplicar castigos con ira (Proverbios 19:18).
Dar siempre una explicación al niño , para que sepa con seguridad por qué se le disciplina (Proverbios 13:24; 10:13, Eclesiastés 8:1; Proverbios 29:17; 23:13-14; 22:15).
Ante lo expuesto y considerando lo grave de este problema social, presentamos nuestra
DECLARACION GENERAL
La Iglesia de Dios (7º día) A.R. afirma que el maltrato a menores es un pecado que Dios condena en su Palabra: Proverbios 19:18.
La Iglesia no debe tolerar el maltrato a menores, sino denunciar todo abuso, negligencia, crueldad y explotación de que sean objeto los menores.
La Iglesia conocerá la Declaración de los Derechos de los Niños de la O.N.U., con el fin de proteger a los menores y orientar a los padres sobre sus derechos y obligaciones.
La Iglesia enfocará su quehacer pastoral en instruir a los padres de familia de su comunidad, con la guía de la Palabra de Dios, sobre el cuidado, atención, instrucción, buen ejemplo y disciplina que el Señor quiere que se dé a sus hijos.
La Iglesia, mostrando el amor de Dios, buscará cooperar con las autoridades y grupos sociales que protegen a los niños maltratados, ofreciendo ayuda espiritual, así como consejería a los padres y niños, proveyendo recursos económicos y materiales para su atención integral.
La Iglesia estará dispuesta a abrir sus hogares, instalaciones de sus templos u organizar algún albergue temporal para recibir y proteger a los niños maltratados que así lo requieran.
CONCLUSION.
La violencia es como una adicción: ¡sin tratamiento volverá a repetirse! Por ello, nuestro empeño como Iglesia es ayudar a que los niños de nuestro tiempo puedan vivir y crecer sanos, satisfechas sus necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales, en un marco de amor, respeto y alegría.
SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD
CONSIDERANDO QUE:
Toda conducta, incluso las que tienen factores orgánicos, no puede aceptarse sin cuestionar sus aplicaciones naturales, sociales y morales.
Somos responsables porque podemos controlar nuestra conducta, aunque no logremos controlar nuestros impulsos y emociones.
El juicio final de los pecadores le corresponde a Dios, no a los hombres.
La homosexualidad no se presenta en la Escritura como una alternativa de la vida en pareja y al contrario rechaza la conducta homosexual.
La Biblia considera la homosexualidad en el ser humano como una desviación de la naturaleza creada por Dios.
En la Biblia la conducta homosexual es una más de las señales del pecado en la raza humana.
Nadie nace homosexual sino que son mayormente factores extraordinarios los que propician la conducta homosexual (factores situacionales y ambientales).
La sociedad moderna tiende a relajar más su opinión sobre la moral sexual, considerando este relajamiento también como un signo de lo que se conceptúa como moderno”.
En otras sociedades, la homosexualidad es presentada como una alternativa válida de vida en pareja y que ésta se promueve.
Hay una creciente acogida del manejo conceptual de las llamadas “preferencias sexuales”, en nuestra sociedad y lo cual condiciona el criterio de la gente más joven, causándoles confusión.
Existe una gran carencia, en el ámbito familiar, de una educación preventiva adecuada, que reduzca al mínimo los factores situacionales o ambientales que favorecen la conducta homosexual.
DECLARAMOS QUE:
“la Iglesia de Dios (7° día) A.R., reconoce el matrimonio monogámico heterosexual, como el instituido por Dios según las Escrituras, por lo tanto, rechaza las practicas homosexuales y desaprueba la formación de parejas homosexuales, por considerarlas contrarias a la naturaleza dispuesta y ordenada por Dios para el ser humano (varón y mujer)”.
La relación heterosexual es más que la unión de los dos cuerpos: es la armonización de cuerpos y personalidades complementarias.
Es posible revertir la conducta homosexual y que en un proceso lento, quienes muestran estas tendencias, pueden incorporar una nueva conducta, obediente a Dios.
La experiencia sexual es un don de Dios pero no es esencial a la realización humana. La única alternativa al matrimonio heterosexual es la abstinencia sexual. La verdadera “orientación de los cristianos no es lo que somos por constitución física sino lo que somos por elección.
Buscaremos hacer de nuestras comunidades un medio cristiano de amor, comprensión, aceptación y apoyo para los homosexuales.
Estamos en contra de la marginación o la agresión a las personas que se declaran homosexuales.
SOBRE LA EUTANASIA
1. Nos pronunciamos decididamente en contra de la eutanasia y a favor de la vida, queremos indicar que nuestra posición trasciende el tema de la eutanasia y postula un profundo respeto por toda vida y especialmente por la vida humana. Defendemos la vida humana no sólo en su aspecto biológico, sino en todas sus dimensiones. Aspiramos a que todos los hombres gocen de una vida verdaderamente humana, que disfruten, entendida rectamente, no sólo de vida, sino de calidad de vida.
2. Nos declaramos en contra de la legalización y despenalización de la Eutanasia.
a) La legalización reduciría o suprimiría los incentivos para mejorar las terapias, tratar de curar lo “incurable”, progresar en analgésicos, e incrementar el trato más esmerado al moribundo en los aspectos médicos, psicológicos, religioso y humano.
b) La legalización crearía sutiles o claras presiones para que todo enfermo terminal ejercite “su derecho”. En estos enfermos fácilmente surgirán sentimientos de culpa por seguir viviendo, o bien resentimientos ante las “insinuaciones” reales o supuestas.
c) Un bien jurídico tan grande como la vida se vería expuesto, al relajar la prohibición de matar, a lamentables abusos o errores. Se abriría una grieta en un bien jurídico fundamental.
3. Rechazamos las acciones que significan la Eutanasia.
4. Aceptamos en circunstancias especiales la Adistanasia y la Ortatanasia, resumiéndolas en el siguiente concepto: “Ni abreviar la vida, ni prolongar la agonía”. Equivale en otras palabras, a respetar el proceso natural de morir, lo que tradicionalmente se llamaba Eutanasia Pasiva o Negativa.
5. Creemos que la Adistanasia y Ortatanasia no sólo van contra la compasión por el enfermo o moribundo, sino que la asumen más profundamente. No se va contra la libertad del enfermo, sino se procura sobre todo en la Ortatanasia, ayudar a que esa libertad actúe más lúcidamente, sin dejarse llevar por la desesperación o por presiones internas y/o externas en contra de la vida.
6. No se puede ser responsable ante la vida si no se es responsable ante la muerte. La muerte es el último acontecimiento importante de la vida y en lugar de privar de él al hombre, se le debe ayudar a afrontarlo y superarlo humanamente.
7. El deber de los médicos es el de utilizar todos los medios a su alcance que pueda atenuar, dentro del respeto a la vida y a la persona, la angustia y el sufrimiento. Esto puede conducir hasta prescribir medicamentos sedativos en dosis tales que la sobrevivencia de paciente en fase terminar puede ser acortada. Lo cual se justifica en la medida en que se tome en cuenta prioritariamente la calidad de la sobrevivencia y cuando el objetivo del que se cuida no sea el acelerar la muerte.
8. Apoyamos la prohibición legal de la Eutanasia Voluntaria, sin embargo, sugerimos aumentar los cuidados y el acompañamiento a los moribundos.
9. Los últimos momentos de la vida son muy importantes, aunque se hayan agotado los recursos médicos, aunque parezca que ya nada tiene sentido. Ante la muerte inminente, la presencia a través del silencio, la sonrisa suave, enorme sentido: humanizar el último adiós. Precisamente en este sentido trascendente brilla uno de los aspectos más luminosos de la muerte. El hombre no debe ni por sí ni por medio de otro, privarse de la vida. En la muerte, la vida no es algo que se pierde o se arrebata, sino una ofrenda, el acto humano más profundo, la suprema auto-donación al Señor de la vida.
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