Detrás de la pantalla
¿Sabías que el 2011 fue declarado “año del boom para las redes sociales”? Hoy, después de 9 años las redes sociales más populares buscan seguir captando usuarios, centran mucho del tiempo e invierten en influencers (personas entusiastas que reúnen entre 1,000 y 10,000 seguidores con grandes niveles de interacción, normalmente se especializan en un tema determinado como moda, deporte, videojuegos, etc., por lo que resultan perfectos para realizar una campaña micro-segmentada). Su objetivo es captar el mayor número de seguidores. Por otro lado, también existen personas dedicadas a engañarte para sacar provecho personal extorsionándote de alguna manera sin logres darte cuenta que estás siendo objeto de ellos, sí, tú que estás a diario en las redes sociales.
Es común que cada día visites muchas páginas en internet y constantemente entres a tus redes sociales, en donde encuentras comentarios, mensajes, videos, fotos, retos, etc., ya habitual ver críticas malsanas, destructivas e irracionales. Un gran número de adolescentes están asimilando estas conductas como normales y muchas veces las reproducen, sin embargo, pueden llegar a ser negativas o incluso agresivas; no siempre son conscientes del efecto que pueden generar sólo imitando lo que se ve, sin importar las consecuencias que estos actos puedan traer a futuro.
El hecho de compartir una foto o publicación y ver la respuesta ante ella (cuántos “Me gusta” o comentarios ha recibido) puede generar diferentes sentimientos, tales como; satisfacción, orgullo, vergüenza, tristeza, frustración, entre otros, pues aún estamos en una etapa en la que se busca identidad y aceptación de las demás personas. Es por ello, que muchas veces puede ser la causa de depresión o hasta suicidio. Es un hecho verídico en las personas, que las reacciones de los demás sobre sus publicaciones en Internet influyen en sus emociones y sentimientos, de forma positiva o negativa. Asi que, ten presente que todo lo que compartimos en nuestras redes sociales, quedará por siempre en internet y marcará de muchas maneras nuestra vida. Ten mucho cuidado a la hora de agregar a una persona a tu Instagram, Facebook o Snapchat, pues muchas veces pueden poner un “rostro atractivo” e incluso llegar a conquistarnos, pero en el fondo pueden manipularnos para hacer cosas que nunca imaginamos hacer. Ten cuidado porque no sabes quién esté detrás de tu pantalla, puede ser una persona que ponga en riesgo tu reputación o hasta tu propia vida.
Actualmente vivimos en un mundo bombardeado de anuncios que están detrás de cada dispositivo conectado a Internet y los tenemos al alcance de nuestra vista; en pantallas Smart, laptop, tabletas electrónicas o celulares. Esta publicidad sin duda es un gran negocio para las empresas que se dedican y viven de esto, por ejemplo YouTube, DailyMotion, Vimeo, Flickr entre otros. ¿Cuántas veces mientras ves un video o estás navegando en Internet/redes sociales aparece un anuncio que te engancha a ir a otros sitios? Debemos comprender que no todo lo que se encuentra en Internet y se viraliza por medio de los diferentes dispositivos es de provecho y beneficio a nuestra vida; si bien la tecnología nos da muchísimas ventajas y rapidez para hacer cosas, debemos hacer cada cosa con responsabilidad.
La Biblia dice en Hechos 6:3 “Por tanto, hermanos, escoged de entre vosotros siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de Sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea”. Te invito a que tomes esta tarea con sabiduría y hagas un uso responsable para cada uno de los dispositivos que tienes en casa o de manera personal. Ocupa tiempo efectivo, cuando miras un video procura que sea para aprender, de provecho a tu vida espiritual, escuela, Iglesia y labores en las que puedas colaborar de manera positiva. Esto te servirá mucho para el buen crecimiento en la universidad de la vida y sobre todo para agradar a Dios.
Te invito a ser consciente sobre la importancia de cuidar la comunicación y de aprender a publicar correctamente en la red.
- Cada publicación en Internet tiene una persona detrás, con sentimientos que debes respetar.
- Pon atención al vocabulario y la expresión de los mensajes y comentarios que publicas: ponte en su lugar y plantéate si te gustaría recibir ese comentario.
- Aplica el mismo cuidado en las reacciones y respuestas frente a las publicaciones de los demás: se tolerante y comprensivo si un mensaje no está claro o puede ser confuso.
- Ten paciencia y respeta el tiempo de los demás, no presiones para recibir respuestas inmediatas.
- Piensa en las consecuencias o posibles interpretaciones del mensaje antes de pulsar el botón de publicar.
Como podrás ver, las normas sociales son las mismas, y para interactuar en Internet también se requiere cuidado, responsabilidad, respeto, asertividad y empatía; ya que son la clave para convivir en línea.
Recuerda, nunca te dejes llevar únicamente por lo que miran tus ojos de primera instancia, lo esencial es invisible a los ojos, lo que no se ve es lo importante; por lo que no se ve, sucede lo que vemos.
Por el amor que no se ve, naciste tú, y ahora tus padres, hermanos, amigos y toda la gente que te rodea te pueden ver.
“Al ver, publicar y responder considera que eres hijo/a de Dios”.