¿Qué batalla vamos a enfrentar?

¿Qué batalla vamos a enfrentar?

Escrito Por Dana Zered Velasco Zúñiga

La vida ha cambiado, nos enfrentamos a una vida cada día más rápida, con más estrés, ansiedad y depresión. Si bien hay muchas personas que las padecen, es importante saber qué es realmente la depresión y la ansiedad.

La ansiedad es una reacción emocional que surge ante las situaciones de alarma o situaciones confusas o de un resultado incierto y nos prepara para actuar ante ellas. La ansiedad generalmente la percibimos como una experiencia desagradable que nos hace sentir inquietos, angustiados y temerosos.

Por su parte la depresión, es un trastorno del estado de ánimo que provoca una incapacidad para disfrutar de la vida cotidiana. Es una situación crónica que afecta al cuerpo y a la mente, cambia la forma en que comemos, dormimos y nos relacionamos con los demás. Un trastorno depresivo no es un estado de tristeza pasajera, tampoco es una señal de debilidad personal, ni un estado que se pueda superar a voluntad. Las personas con depresión necesitan de atención psicológica profesional, no pueden salir arbitrariamente de este estado, no pueden forzarse ni ser forzados a sentirse mejor.

La adolescencia puede ser difícil, experimentamos cambios físicos y mentales, que pueden afectar la forma en que aprendemos, pensamos y cómo nos comportamos, y si a esto se suma enfrentarnos a situaciones difíciles o estresantes, es normal tener altibajos emocionales.

¿Te has sentido así?

Quiero compartirte una parábola que se encuentra en Mateo capítulo 25, acerca de cómo es que tu y yo podemos salir de una mentalidad que está limitando nuestra vida y cambiar nuestra manera de pensar para poder crecer en cualquier situación que estamos viviendo.

Hoy quiero animarte a creerle a Dios, sea lo que sea que nos haya tocado vivir o experimentar podemos ver su amor extraordinario en nuestras vidas. En Mateo 25 Jesús dice así “También el reino del cielo puede ilustrarse mediante la historia de un hombre que tenía que emprender un largo viaje” (NTV). Jesús habla de él mismo, que iría a la cruz, moriría por nosotros y resucitaría.

Y a todos en nuestra vida nos ha tocado algo que sentimos que no es totalmente justo, tal vez con alguna enfermedad, problemas familiares, quizá has recibido abuso verbal, físico, emocional, y esto genera que existan cicatrices en tu vida por algo negativo que te tocó vivir y esta puede ser la parte negativa, pero también puede ser una bendición.

A todos nos toca vivir una batalla, pero también nos tocan bendiciones y a nosotros no nos corresponde escoger que batalla vamos a enfrentar o que bendiciones vamos a tener.

Pasando un tiempo de escasez uno mismo debe animarse y pensar en que el Señor es nuestra fortaleza, mi vida está en sus manos. En tiempos de ansiedad no dejemos que nuestros pensamientos sean negativos, tenemos que animarnos a nosotros mismos y decir “yo creo en Dios mi sanador, yo creo que él está conmigo”. Probablemente no me ha sanado ahorita, pero creo que me está sanado, me está sanando en mi enfermedad, y Dios tiene una mejor solución para esto.

Hay que saber encontrar fuerza en el Señor, es una de las lecciones más importantes en nuestro caminar con Cristo, aprender a encontrar fuerzas en el Señor.

Si tu conoces a alguien que esté pasando por una situación similar te invito a que podamos ser empáticos con ellos, no te enojes si consideras que las personas no ponen de su parte para estar mejor, al contrario, ellas están haciendo todo lo posible por salir adelante, no alimentes sus quejas o discursos negativos, hazle ver lo especial que son, ora por ellos, anímalos a seguir adelante, acompáñalos a realizar actividades de su interés, hazles saber que estás ahí para lo que ellos necesiten.

Los momentos más difíciles de tu vida son oportunidades para crecer y amar. Dios transforma nuestros problemas, toda situación complicada cambia a nuestro favor. Con Dios toda batalla tiene su final.

Bibliografía

American Psychiatric Association. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. 5ª. 2016.

Biblia. Nueva Traducción Viviente.

Un alumno como Jesús

Un alumno como Jesús

Por Melissa Montaño Pérez

“Hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31)

Cuando era adolescente, mi madre me decía que debía esforzarme por terminar mi carrera y que considerara hacer una maestría o hasta un doctorado. Además de ella, nadie me hablaba de la importancia de esforzarme en mis estudios. En la iglesia, durante la clase de los adolescentes, reflexionábamos sobre cómo podríamos dar un buen testimonio en la escuela pero nunca de cómo hacerlo desde la escuela, desde el ámbito profesional.

Si Jesús hubiera asistido a la secundaria, a la preparatoria, seguramente sería el mejor de su clase y estaría en el cuadro de honor, pero no por ser un niño superdotado, sino por ser responsable, comprometido y agradecido por tener la bendición de poder estudiar. Para muchos, ir a la escuela no es lo más divertido, y sin embargo, en nuestro país ir a la escuela es un lujo. Cuando nos damos cuenta del “privilegio” que representa la educación escolar, nos volvemos conscientes del aprovechamiento que requiere. Dar testimonio de Dios desde la escuela es tan fácil, y a la vez tan complejo, como llegar temprano a clases, tratar con respeto a mis maestros y compañeros; poner atención, cumplir con todas las actividades que se me indican; no “volarme” las clases, no “irme de pinta”, hacer las tareas, porque todo esto es corresponder a tan inmensa bendición. Además, no sólo se trata de hacerlo por obligación, mejor como nos indica el Señor: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres” (Colosenses 3:23).

También es necesario comprender que aspirar a ser un profesionista no es malo, es otra forma de servir. Jesús, sin un salón de clases y un pizarrón, recorría los pueblos y predicaba la Palabra de Dios. Si tú tienes el conocimiento y conoces a alguien que no tiene con los recursos para estudiar, enséñale tú, ayúdalo a crecer. Y si estás rodeado de personas que tienen la oportunidad de hacerlo pero no la valoran, exhórtalos tú, no sólo con palabras de aliento sino también con el ejemplo. Elegir hacer la tarea en lugar de elegir ver televisión ya es dar testimonio. Todos los días, antes de ir a la escuela, pregúntate: ¿Qué clase de alumno habría sido Jesús?

Líderes con pasión

Líderes con Pasión

Escrito por: Edgar Obed Acuña Martínez y Gaddi Yamin Sánchez

Todos tenemos pasiones diferentes, algunos encuentran pasión en los deportes, un equipo, una carrera, profesión, música, política, una persona, alguna afición, etc. Te has preguntado, ¿Cuál es la tuya?

La pasión es un sentimiento muy intenso, un deseo exagerado que inunda todo el aspecto de la persona y que la impulsa a buscar su objetivo; en otras palabras, la pasión se refiere a que todo el corazón vibre, aprecie, se entusiasme, e incluso, padezca por una idea o un proyecto. Pero ¿de dónde surge la pasión? En primer lugar, se debe estar profundamente convencido de lo que uno cree; en segundo lugar, de los sueños y metas que tenemos. Es decir, se debe tener una convicción profunda y una visión para que surge una pasión. 

Por otro lado, tenemos el liderazgo. Un líder da lo mejor de sí, demuestra cómo hacer las cosas, inspira una visión compartida, cuestiona el proceso, permite que los otros actúen y alienta el corazón. Por lo que, la suma de estas dos palabras, liderazgo y pasión, permiten cosas extraordinarias.

En la Biblia leemos de muchos personajes que sirvieron a Dios con una entrega apasionada, por ejemplo:  Abraham, Moisés, Elías, Daniel, David, el sacerdote Finees (Números 25:11), el apóstol pablo, entre otros; todos ellos sabían perfectamente cuál era su propósito y ejercieron su liderazgo en la misión que tenían; no obstante, aunque todos ellos nos dieron un gran ejemplo, El más grande ejemplo que tenemos de líder con pasión es Jesús.

Jesús, en su interior tenía la certeza de su misión:  establecer el reino de los cielos, dar un mensaje de esperanza a los pobres, anunciar las buenas nuevas y dar libertad a los cautivos (Lucas 4:18-19). Como podemos ver, no era cosa fácil, si nos detenemos a leer cada una de estas historias, especialmente la de Jesús, encontramos que hubo obstáculos a los cuales se enfrentó; sin embargo, su pasión por la misión no los detuvo. Jesús confrontó muchas oposiciones de parte de los fariseos y saduceos, varias veces lo tentaron (Mateo 16:1, Marcos 10:2, Lucas 6:7) y juzgaron (Mateo 27:40, Lucas 7:39). Aun con todos estos impedimentos cumplió con la misión que Dios le había encomendado, porque tenía una gran misión, que era más grande que todas las dificultades.

Y a todo esto, ¿Qué es lo que pide el Señor de ti? En Éxodo 10:12 nos dice, “…sino que temas al Señor tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma”, es decir, que tengas pasión por Él.

Dios te ha encargado una misión, un trabajo, Él no prometió que sería fácil, pero sí que estará contigo durante todo el proceso, levantará tus brazos cuando estés cansado como lo hizo con Moisés, te dará el alimento adecuado para que puedas soportar 40 días en el desierto como lo hizo con Elías, te librará de los leones como lo hizo con Daniel, estará contigo en tus peores batallas como lo hizo con David. El trabajo en la obra del Señor tiene su recompensa.  

Por lo anterior hermanos, los invito a que “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensara con la herencia. Ustedes sirvan a Cristo el Señor”, con pasión. Colosenses 3:23-24.

Referencia:

JAMES M. KOUZES Y BARRY Z. POSNER. (2018). EL DESAFÍO DEL LIDERAZGO Sexta edición. España: Editorial Reverté, S. A., 2018.

¿Y si mi familia no cree?

¿Y si mi familia no cree?

Por: Akari Velasco Zúñiga

Ciertamente, todos venimos de una familia con origen que Dios mismo concedió. Aunque somos parecidos en algunos rasgos físicos, emocionales y de comportamiento, somos sin duda únicos. Tenemos personalidades e intereses diferentes, así como necesidades afectivas, de formación y preparación para la vida, completamente personalizadas, ¡y eso es muy bueno! Y en el ámbito de lo espiritual, también somos diferentes. Seguramente en nuestras familias  habrá quienes vivan de acuerdo a la voluntad de nuestro Dios, pero también habrá quienes vivan su vida sin considerar lo que Dios nos recomienda. Esta situación se torna un poco complicada cuando en el mismo núcleo familiar se presenta esta diferencia. La convivencia puede volverse un poco tensa, generándonos, incluso, sentimientos de angustia, ansiedad, tristeza, desesperación, enojo, frustración e incertidumbre.

Probablemente al estar leyendo esto, estás volteando a ver a tu propia familia y ves que su realidad es muy parecida al panorama que te acabo de mostrar. Y puede ser que te preguntes: ¿Y si mi familia no creé, qué hago?  Muchachos, quiero decirles que muchos de los que hoy formamos parte del pueblo de Dios vivimos una situación parecida, pero quiero darte una buena noticia: Eres bendecido porque aparte de tener una familia biológica, te ha dado una gran familia espiritual ¡Nuestro Señor Jesucristo mismo reconocía que somos su familia! “Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre” (Marcos 3:35). Así que siéntete bendecido doblemente.

Vive conforme a la voluntad de Dios: Honra a tu padre y a tu madre, entendiendo por honrar: respetar, estimar y considerar a una persona. Que tu conducta sea de orgullo para tu familia “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1ª. Timoteo 4:12). Pero  no te apartes del camino, pues debes amar a Dios antes que a los hombres.

Sé luz en la oscuridad de tu familia “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16).

Y si aun así sintieras que “no encajas en tu familia”, sigue haciendo lo bueno delante de Dios, haz oración por ellos y recuerda siempre las siguientes palabras: “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá” (Salmos 27:10). Hermosas y verdaderas palabras. ¡Créelas y hazlas tuyas en todo momento! Y recuerda: ¡formas parte de una gran familia y nuestro Padre es Dios!

¿Estoy preparado para comenzar un noviazgo?

¿Estoy preparado para comenzar un noviazgo?

Jesús Manuel Campos Alarcón, 17 años, Veracruz, Ver.

Como sabes, la adolescencia es la etapa en la que la mayoría de las personas inician una relación de noviazgo, ya que comenzamos a sufrir diversos cambios e inicia una atracción hacia el sexo opuesto, pero en realidad, ¿estamos preparados para el noviazgo? En esta estapa pasamos un sinfín de cambios, el desarrollo físico, emocional y psicológico no está culminado, sin embargo, al iniciar la secundaria nos sentimos grandes y plenamente maduros capaces de iniciar una relación.

El noviazgo en la Biblia nos habla de un pacto, como en el caso de José y María. En Mateo 1:18 podemos leer que ellos tenían un pacto prematrimonial un año antes de casarse (un noviazgo), el objetivo del noviazgo no es solamente divertirse o pasar el rato, sino ser una etapa para conocerse con miras puestas en el matrimonio, es conocer a la otra persona en sus buenos y malos momentos, es pensar en una vida juntos y no solo momentáneamente, es poder compartir cualquier circunstancia en la vida.

Como verás el noviazgo va más allá de lo que nosotros pensamos, debemos detenernos a reflexionar si en verdad estamos preparados para poder vivir esta hermosa experiencia y no pasar por alto lo antes dicho; quizá pensemos que no pasa nada, pero en el camino podemos lastimar a personas que en realidad buscan tener un noviazgo real o viceversa. 

Si ya reflexionaste bien y decides llevar un noviazgo a muy temprana edad (o más adelante) te pido que tomes en cuenta estos puntos que podrían ser de gran ayuda para ti:

Una relación agradable a Dios: Tiene que ser una relación en donde su primer objetivo sea servir y agradar a Dios, una relación en la que primeramente amen a Dios. Ésta será la base para que aprendan a amarse mutuamente.

No se unan en yugo desigual: Pueden ser palabras muy fuertes, pero reales. No debes de olvidar que es mucho mejor tener un novio o novia que comparta tu misma creencia, ya que de esa manera ambos podrán compartir y disfrutar de la comunión con Dios, sin preocuparse porque el otro no apoye o comparta el mismo pensar y sobre todo cuando alguno de ustedes tome un rumbo diferente el otro podrá aconsejarlo y ayudarle para retomar su camino. Por lo tanto, cuida de no entregar tu corazón a alguien que no conoce a Dios y te haga alejarte de Él sin darte cuenta.

Pónganse límites: A esta edad nuestras hormonas están “a todo lo que da”, por lo tanto, eviten besos y las caricias al estar solos.

Si su relación no funciona recuerden que los planes de Dios son perfectos, que todo llega en el momento indicado, solo quédense con las enseñanzas y todo lo bueno que dejó esa persona y desechen las cosas negativas, recuerda que los planes que tienes para tu vida muchas veces no serán los planes que Dios tiene para ti, porque probablemente tus planes podrían llevarte al fracaso y lo más importante no se olviden de orar y pedirle a Dios por la persona que tiene preparada para sus vidas y dejar todo en sus manos, porque su tiempo siempre será perfecto. 

Dios les bendiga.

El arte es un don

El arte es un don

Por: Jairo Beiza

El arte es la actividad en la que el hombre recrea, con una finalidad estética, un aspecto de la realidad o un sentimiento en formas bellas valiéndose de la materia, la imagen o el sonido, es el conjunto de obras que resultan de esta actividad, así como las diferentes tendencias o estilos de las mismas.”1

El artista es creador de obras únicas. La creación es la acción de dar existencia a una cosa a partir de la nada.”

“Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Génesis 2:2”2

Los primeros capítulos del libro de Génesis nos hablan de la creación de la tierra, de cómo es que Dios creó con delicadeza al ser humano, las plantas, los frutos, los animales y de cómo hizo la separación de la luz y las tinieblas.

Claramente podemos observar que el primer versículo de la Biblia comienza hablando de un creador, un artista, un escultor, un diseñador, un arquitecto: En el principio creó Dios los cielos y la tierra. (Génesis 1:1)

Constantemente la humanidad está recreando cosas nuevas. Dios ha dado una inteligencia al ser humano increíble. Podemos ver que la tecnología se va desarrollando con una velocidad asombrosa, vemos edificios nuevos con estructuras muy imponentes, obras de arte que impactan visualmente, esculturas que por su estética y textura son difícil creer que sean hechas por el hombre.

La próxima vez que salgas de tu casa, me gustaría que te tomaras el tiempo de voltear a tu alrededor y observes cada cosa que está en tu entorno e identifiques las obras de arte que tienes cerca de ti: esculturas, arquitectura, pinturas, música, diseño. Cuando las tengas identificadas hazte las siguientes preguntas ¿esta obra de arte en que beneficia a la humanidad? ¿cuál es el objetivo de esta creación? ¿qué enseñanza tiene para mí como cristiano? La intención de hacerte estas preguntas, es con la finalidad de que analices cuál es el objetivo o el mensaje de cada artista.

Cuando Dios creó cada elemento de la tierra, siempre lo hizo con un propósito y pensando en la humanidad, pensando en cada especie creada, pensando en la función que iba a tener cada elemento. Dios nunca se equivocó, es un artista perfecto. Entonces Dios contempló todo lo que había hecho, y vio que era muy, pero muy hermoso. (Génesis 1:31, NBV)

Hoy Dios nos ha regalado dones, y por supuesto no son dones que Él no tenga. Todo lo que tenemos proviene de Él y Él ya lo ha experimentado. Tenemos que tener en cuenta que cuando Dios otorga un don a uno de sus hijos, no es para hacer mal uso de él, no es para llenarnos de egoísmo, para creernos superiores a los demás, para presumirlo y creernos únicos; más bien es para ponerlo a su servicio, para ayudar al prójimo, para hacer crecer a su Iglesia, para que por medio de ese don le conozcan y para que por medio de ese don nuestro Dios sea glorificado.

Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó. (Génesis 1:27, NTV)

Dios nos formó a su imagen y precisamente por eso podemos desarrollar este don, el don de hacer arte, de ser creativos; pero nunca olvidando que Dios es el único creador y ya todo está formado. Dios nos da la capacidad, la sabiduría y la inteligencia para inventar y recrear. Los dones que Dios otorga tienen un objetivo y una finalidad.

“Habló Jehová a Moisés, diciendo: Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor. Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado; el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio, el propiciatorio que está sobre ella, y todos los utensilios del tabernáculo, la mesa y sus utensilios, el candelero limpio y todos sus utensilios, el altar del incienso, el altar del holocausto y todos sus utensilios, la fuente y su base, los vestidos del servicio, las vestiduras santas para Aarón el sacerdote, las vestiduras de sus hijos para que ejerzan el sacerdocio, el aceite de la unción, y el incienso aromático para el santuario; harán conforme a todo lo que te he mandado.” (Éxodo 31:1-11)

Si eres una persona creativa, te gusta el arte, te gusta diseñar, inventar, recrear o cantar, te invito a que desarrolles este don que tienes, que pongas estas habilidades al servicio de Dios y que lo utilices para beneficio de tu iglesia, de tus amigos, tu familia; que con este don puedas reflejar a Dios en cada aspecto de tu vida.

Dios te bendiga. 

BIBLIOGRAFÍA

  1. https://sites.google.com/site/portafoliomateos/tema-8/el-arte
  2. Biblia. Sociedades Bíblicas Unidas.

Derechos Humanos en las prisiones

Derechos Humanos en las prisiones

Por: Steph Galeana

“Suele decirse que nadie conoce realmente cómo es una nación hasta haber estado en una de sus cárceles. Una nación no debe juzgarse por como trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por como trata a los que tienen poco o nada.”

– Nelson Mandela

Seguro que en tiempos del COVID-19 es muy fácil recordar que tenemos el derecho a circular libremente por nuestro país, mismo que se pierde cuando una persona se encuentra en prisión. Este derecho ha sido restringido desde tiempos bíblicos cuando una persona es puesta en confinamiento para esperar un castigo, o bien, cuando ya está cumpliendo una sentencia.

Sin embargo, existen derechos que se mantienen, aunque nos encontremos privados de la libertad, puesto que contamos con los derechos humanos, que son aquellos que tenemos TODAS y TODOS por el simple hecho de ser personas humanas. Y es, en la medida que estos son respetados y se encuentren efectivamente garantizados de forma universal, que se puede elevar el nivel de vida en las personas.

Cuando Jeremías fue encarcelado fue puesto en una cisterna -práctica común de las prisiones antiguas- el espacio más oscuro de la prisión y de aislamiento total (Jeremías 38:6-10); la biblia relata que en ese espacio era muy probable la muerte de los prisioneros, es por ello que enviaron por él y fue puesto en el patio de la cárcel. Las condiciones inhumanas de las prisiones siguen siendo una problemática en la actualidad.

Por ello, en las “Reglas Mandela” se establece como primera que “todos los reclusos serán tratados con el respeto que merecen su dignidad y valor intrínsecos en cuanto seres humanos. Ningún recluso será sometido a tortura ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, contra los cuales se habrá de proteger a todos los reclusos, y no podrá invocarse ninguna circunstancia como justificación en contrario.” (ONU, 2015). Esto solo recalca el hecho de que nuestros derechos son inherentes, y no debemos dejarnos nublar por las circunstancias o decisiones por las cuales nos priven de la libertad.

En la mayoría de las ocasiones cuando oramos repetimos lo que nos han enseñado desde pequeños “acuérdate de los huérfanos, las viudas y los encarcelados”, pero pocas veces nos acordamos nosotros de ellos, pocas veces visitamos las cárceles con nuestros hermanos de congregación. Jesús dijo “estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí;” (Mateo 25:36) Este es sin duda un llamado que sigue siendo latente para nuestras vidas y que podemos cumplir. Ahora más que nunca sabemos cómo se siente estar -aunque sea por poco tiempo- sin poder salir a las calles, y si bien no es lo mismo, podemos sentir la ansiedad y estrés, pero se hace más llevadero cuando puedes hablar con alguien más y ocupar tu mente en otras actividades.

Sigamos el llamado de Jesús y acompañemos los unos a los otros, pronto volveremos a abrazarnos los que estamos en cuarentena, pero no nos olvidemos de quienes permanecen aislados, de quienes han sido torturados y de quienes a veces se nos olvida que siguen siendo personas.

Para conocer tus derechos visita: https://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/

Para leer un poema como referencia visita: https://poemario.org/hombre-preso-que-mira-hijo/

Bibliografía

BBC News Mundo. (2010, enero 4). Delfines = «personas no humanas». BBC News Mundo. Recuperado de https://www.bbc.com

Derechos Humanos:  Recopilación de instrumentos internacionales, Volumen 1 (Primera parte): Instrumentos de carácter universal [publicación de las Naciones Unidas, núm. de venta: S.02.XIV.4 (Vol. I, Part. 1), secc. J, núm. 34.

Gómez, R. G. (2019, junio 26). Personas no humanas. EL PAÍS. Recuperado de https://elpais.com

Herrera, R. (2014). Cárcel en los Tiempos Bíblicos. La Rioja: Hora 11 Ministries, Inc.

ONU: Asamblea General, Declaración Universal de Derechos Humanos, 10 Diciembre 1948, 217 A (III), disponible en esta dirección: https://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/ [Accesado el 17 Abril 2020]

ONU: Asamblea General, Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela): Resolución aprobada por la Asamblea General, 8 Enero 2016, A/RES/70/175, disponible en esta dirección: https://www.unodc.org/documents/justice-and-prison-reform/Nelson_Mandela_Rules-S-ebook.pdf [Accesado el 17 Abril 2020]

Nutri2

Nutri2

Por Brenda Rachel Meneses Chávez

Como has notado, en esta etapa en la que te encuentras suelen haber muchos cambios, tanto emocionales como físicos, se caracteriza por ser un periodo en donde creces aceleradamente, ya que puedes adquirir hasta el 50% de tu peso definitivo y el 25% de estatura. Sin embargo, para todo este proceso necesitarás de varios nutrientes, los se adquieren en una buena alimentación, ésta es básica para que tu ritmo de crecimiento sea adecuado. Además, que desde ahora puedes prevenir varias enfermedades que suelen padecerse en la edad adulta.

Por eso, no te dejes llevar por las modas alimentarias que existen, se nos hace fácil seguir alguna recomendación ya sea para bajar de peso o aumentar músculo, pero ¡aguas! no todo les funciona a todos, además pueden estar comprometidos tu crecimiento y salud. El tipo de alimentación que necesitas depende de tu estatura, peso, género, edad, actividad física que realizas, entre otras cosas.

Como recomendaciones generales, es importante que durante esta etapa:

  • En cada tiempo de comida fuerte (desayuno, comida y cena) debes incluir al menos 1 porción de fruta, 1 de verdura y algún alimento de origen animal (huevo, queso, leche, pollo, pescado, carne).
  • De snacks, prefieras yogurt bajo en o sin azúcar, alguna fruta, jícama con pepino, nueces, pepitas, zanahoria rallada con limón y sal, almendras, palomitas caseras, gelatina light, paletas de hielo que hayas hecho en casa, ¡uuf! hay muchísimas opciones más saludables que las que encontrarás en las tiendas, sólo es cuestión de que cambies el chip.
  • Comas más hidratos de carbono complejos (arroz, pan, frijoles, papa, pasta) en lugar de azúcares simples (azúcar de mesa, mermelada, cajeta, miel, dulces) ya que se absorben de manera más lenta y te dan una mayor saciedad.
  • Reduzcas la cantidad de grasa innecesaria que comes, por ejemplo: quita la piel y grasa visible al pollo antes de cocerlo; escoge comer cortes de carne como pechuga, filetes o lomos; carnes rojas consume máximo 2 veces a la semana, prefiere el pollo o pescado.
  • Los embutidos como salchicha, jamón, chorizos, suele ser ricos en grasas y azúcares “malas”, por lo que su consumo no es recomendable. Estudios han concluido que entre más alimentos de este tipo consumamos, aumenta el riesgo de padecer enfermedades, como cáncer. Así que evítalos lo más que puedas.
  • Lee la lista de ingredientes de todos los productos que consumas: papas, donas, dulces. Un buen producto tiene una lista muy corta, por ley los ingredientes van de mayor a menor cantidad, y si la lista es infinita y hay nombres que no puedes ni pronunciar ¡mejor ni lo comas!
  • No le tengas miedo a los lácteos. Es importante que consumas al menos 2 porciones de leche y/o derivados al día para que tus huesos tengan una mineralización adecuada, por ello debes consumirlos hasta los 24 años promedio.
  • Para prevenir enfermedades como anemia, consumas alimentos ricos en hierro, como: carnes rojas (pero no más de las veces que ya habíamos dicho), hígado, frutos secos, cereales fortificados, verduras de hoja verde como espinacas, acelgas. Es importante que cuando consumas este tipo de alimentos lo acompañes de un alimento con vitamina C (limón, naranja, piña, guayaba toronja) para que se pueda absorber mejor.
  • Otro mineral importante es el zinc, esencial para el crecimiento y la maduración sexual, lo puedes consumir en: frijoles, frutos secos, cereales integrales y lácteos.
  • ¡No olvides hacer ejercicio! Inicia con 30 minutos al día y ve aumentando el tiempo y la intensidad conforme resistas, te sentirás más feliz y tranquilo (a) después de realizarlo.

¿Recuerdas lo que dice Eclesiastés 11:9? Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. (Eclesiastés 11:9, NVI). Disfrutar esta etapa implica cuidarte y amarte, y debe ser de una forma íntegra, en tus pensamientos, sentimientos, y también la forma de conducirte y alimentarte. Si ya lo haces ¡sigue así!, sino, aún estás a muy buena edad para mejorar. 

¡Dios bendiga tu vida!

Influencias

“INFLUENCIAS”

Iván Alexander Zamudio Ortiz, 12 años, Veracruz, Ver.

La influencia es el poder que tiene una persona para controlar o modificar la forma de pensar o actuar de alguien; todos tenemos un amigo que tiene influencia sobre otros o incluso sobre nosotros, y esta puede ser en ocasiones para bien o para mal. Los amigos pueden ejercer presión sobre nosotros para hacer algo que sabemos que es incorrecto. Esta influencia que ejercen los amigos que puede llegar a ser muy perjudicial para nuestra vida cristiana.

Siempre debemos recordar lo que nos dice Pablo en Romanos 12:2: “No vivan como vive todo el mundo, al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto.”

Cuando intentas ser alguien que no eres en realidad, al final del día no solo sufres tú, sino también tus padres, ya que pueden ver esos cambios, y sufren incluso sin decirnos, lloran en silencio con la preocupación de no saber qué hacer, de no saber qué está pasando en nosotros; pues como adolescentes nos cerramos y sólo nos expresamos en nuestro grupo de amigos, en muchas ocasiones.

Hace tiempo me sentía perdido y no sabía qué hacer, empecé a cambiar mi actitud, pues notaba que mis amigos eran “muy felices” con cierta manera de ser, hablando malas palabras y haciendo cosas que no eran correctas, así que decidí “encajar” y comportarme como ellos. Al paso de los días noté que en lugar de sentirme mejor era todo lo contrario, porque al llegar a casa mis padres me decían lo orgullosos que estaban de mí y que era el “hijo perfecto” para ellos. Eso me entristeció y decidí buscar a Dios para que guiara mi vida y me permitiera hacer lo correcto día a día. Entre esas tantas cosas que hice, decidí hablar con mis padres y ser yo mismo, la persona que Dios ama y conoce; pero también, tomé la decisión de influenciar en mis amigos para que ellos puedan ser mejores cada día e impulsarlos en las cosas buenas y que más les agradan.

¿Alguna vez has sido Influenciado por alguien? ¿Cómo afectó esto en tu vida cristiana? ¿Qué haces para influenciar en tus amigos?

Aunque lo quisiéramos, no todas las personas son una buena influencia, y pueden llegar a cambiar nuestra forma de pensar y actuar, por eso debemos de darnos cuenta quiénes son las mejores para nuestra vida, tomar lo bueno y dejar lo malo. Estas amistades pueden ser incluso peligrosas para nuestra salud, si nos invitan a beber, nos incitan al uso de drogas o nos distraen de cosas realmente importantes.

Recuerda siempre ser una influencia para los demás y seguir CREE100NDO en Dios.

PIZZA Y AMIGOS

PIZZA Y AMIGOS

Escrito por: Abdiel Gómez Salomón

En la congregación a la que asisto, los adolescentes tienen una agradable costumbre: en cada cumpleaños llevan pizza para compartir con todos. Esa costumbre se ha ido arraigando, y algo de lo que me he dado cuenta es que, cuando hay comida o botana de por medio, ellos se muestran más receptivos. Se trata de la confianza que se genera entre todos los que compartimos. Cuando se comparte la mesa, también se comparte una parte de la vida.

Bueno, pues Jesús hizo algo similar. Él buscó mostrar lo que es el reino de los cielos, eso que suena tan lejano y tan irreal, pero que el Maestro hizo palpable en la realidad. Sus parábolas, sus dichos, sus acciones y toda su vida iba encaminada a mostrar amor, a compartir y dar vida hacia los demás. Así que un día, durante la pascua judía, mientras el pueblo conmemoraba su salida de Egipto hacía tantos años, Jesús decidió compartir algo especial con sus discípulos.

Jesús buscó un lugar adecuado, privado. También se aseguro de que sus amigos estuvieran ahí, y de que la cena estuviera lista. Después, simplemente se sentó a la mesa con ellos y compartieron todos juntos, sin importar sus diferencias, o el hecho de que uno de ellos lo iba a traicionar… O bueno, los doce terminaron fallándole. Aún así, Jesús los hizo parte de su vida; compartió de su vida con ellos.

“Coman, este es mi cuerpo”. “Tomen, esta es mi sangre”. Cuando Jesús dijo estas palabras, hizo algo trascendente: les ofreció su vida, su amistad; su amor. Compartir la mesa con alguien en aquella época, era aceptarle, hacerlo como un igual. Jesús hizo todo eso por sus discípulos, lo merecieran o no.

Cuando tú te sientas a la mesa con tus amigos en la iglesia, con tu grupo de adolescentes, con tu iglesia o con tu familia, los haces tus iguales. No importa si lo que hay delante de ustedes es una pizza, pollo con mole, unos tamales o un pedazo de pan con jugo de uva; lo que importa es el amor que experimentes con las personas que te rodean.

Por eso, aunque no estés bautizado, aunque no comas del pan y el jugo, tú eres parte de la mesa de Jesús, Él te invitó y te hizo parte de su vida. Ahora te toca compartir esa misma vida con aquellos a quienes amas, lo merezcan o no.

La Cena del Señor es un acto especial para la Iglesia, pero lo que hace que sea especial no es en sí mismo lo que el cuerpo ingiere, sino el amor entre aquellos que la comparten. Esto es la comunión en la mesa del Señor. ¡Ven, la mesa te espera!