Niñez en tiempos de pandemia

Lic. Elemy Espinoza Ramírez

A lo largo del tiempo, el ser humano ha enfrentado momentos cruciales que han marcado el rumbo de su historia. Seguramente has leído que entre el año 1346 y 1353 la peste negra mató a un poco más de la mitad de la población europea, o que durante los primeros meses de la Primera Guerra Mundial la gripe española tuvo su aparición y luego se extendió en todo el mundo. 

Otro momento crucial, que está marcando el rumbo de la humanidad, es la pandemia que hoy aqueja al mundo. Y no obstante que mucho se ha reflexionado sobre el impacto económico, social, político, educativo, cultural, tecnológico, ecológico, religioso y de salud; resulta importante detenernos un momento y meditar sobre los desafíos que enfrentan las niñas y los niños, y el papel del adulto líder o educador en este tipo de crisis. 

Cuando un adulto enfrenta alguna crisis, usualmente centra su atención en el peligro o el temor; en cambio, es común observar que cuando los niños enfrentan algún momento crucial, de manera innata, optan por aprovechar la oportunidad y aprender de la adversidad. Como, por ejemplo, la foto de un niño que, en un campamento de refugiados por la guerra, aparece jugando con otros niños en su misma condición. Dicho de otra manera, los niños son capaces de adaptarse a las circunstancias porque continuamente les rodean nuevas experiencias de aprendizaje y crecimiento. 

De ahí la importancia que tiene que, como adulto líder o educador, te detengas un momento y medites respecto a la perspectiva que tienes de las “crisis”; es decir, ¿consideras que son solamente un peligro o que son una oportunidad de crecimiento? Este primer paso te permitirá tomar conciencia sobre cómo ejerces el acompañamiento pastoral. 

Ahora que has meditado sobre tu posición respecto a las crisis, es momento de reflexionar sobre algunos puntos que te permitirán cultivar, desde la ternura y el amor, habilidades de adaptación ante situaciones adversas; con el propósito de fortalecer las tres pautas para una pastoral desde el corazón, que se describirán más adelante. 

Adultos tiernos y amorosos.

¿Has escuchado el término “crianza con ternura”? Es una propuesta que retoma el Dr. Harold Segura y la Dra. Anna Grellert; se enfoca en formar redes de relaciones tiernas y amorosas que den soporte emocional y espiritual a los niños y adolescentes. Bajo este marco, que tiene como fundamento teológico el mensaje y vida de Jesús, quien es el modelo por excelencia de la ternura, los doctores mencionan que «la ternura de Jesús implica afecto cercano, consideración, respeto, protección, valoración, aceptación, cariño y defensa activa»1. 

Por lo tanto, será oportuno que pongas en acción lo siguiente para cultivar habilidades que te permitan, como adulto líder o educador, aprender de la adversidad. 

1. Fortalece una comunicación asertiva2 y de intercambio de experiencias que enriquezcan tus vivencias y decisiones. 

2. Ejercita la toma de decisiones. Escribe en una libreta aquellos eventos o situaciones de crisis, y plasma todo aquello que te genere duda, incertidumbre, tristeza, enojo, etcétera. 

3. Aprende a cuidar de ti. Aliméntate equilibradamente, ejercítate, busca espacios de esparcimiento; sobre todo, consolida redes de apoyo que te brinden seguridad en momentos complicados. 

4. Mantén una actividad diaria que afiance tu estabilidad emocional. Recuerda desarrollar nuevas habilidades y destrezas. 

5. Replantea tu percepción de las crisis. En la medida de lo posible, comienza a establecer aquellas oportunidades que traen consigo los desafíos de la cotidianidad. 

Pastorear, es una acción que implica la toma de conciencia de ti mismo, y un trabajo continuo en aquello que se te dificulta; por ejemplo, comunicar asertivamente tus ideas, identificar y abrazar tus emociones y sentimientos, establecer límites, etcétera. Recuerda que, en la medida que vayas fortaleciendo tus capacidades como líder o educador, promoverás en los niños una vida plena basada en la justicia y el amor; tal como Jesús lo mostró: Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios… (Marcos 10:13-16).

Tres pautas para una pastoral desde el corazón.

El 11 de junio de 2020, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) rescató en el artículo “La crisis económica del COVID-19 empujará a millones de niños al trabajo infantil”3, que, de no tomarse medidas de protección social, millones de niños quedarán expuestos a la explotación, trata de personas, y el trabajo forzado; derivado de factores como el cierre de las escuelas, la muerte de padres y madres, así como la disminución de empleos a nivel global. 

Este panorama debe mover nos hacia la consolidación de estrategias de intervención que brinden protección y cuidado a la niñez; así como, a sumar esfuerzos para garantizar, en las familias, vínculos tiernos, cálidos, justos y libres de violencia. Es por ello, que a continuación se describen las pautas que, como líder o educador, podrás implementar en favor de la niñez. 

Pauta 1. Escucha y genera seguridad. De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis (Mateo 25:40). El afecto que se expresa desde las caricias, es el mejor vínculo para proveerle tranquilidad al niño, es el complemento perfecto de la escucha activa (Lucas 8:8); ya que, cuando un adulto expresa con respeto su cercanía los niños, estos se sienten seguros para compartir sus problemas y conflictos. 

Indudablemente, el contacto físico hoy día se ha reconfigurado. Por el momento, abrazar está en pausa. Así que, una alternativa para suplir este acto, que calma el cuerpo y dispone al diálogo sincero, es crear brazos viajeros. Para ello ocuparás: una frazada o cobija de recién nacido (doblada en triangulo), y palmas de la mano marcadas en fieltro, y velcro. En cada esquina pegarás las palmas, de manera que cuando rodees con la frazada al niño, las palmas se junten. Coloca velcro en el centro de las palmas para que se peguen y despeguen.

Pauta 2. Acompaña y anima. Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque el que en vosotros está, es mayor que el que está en el mundo (1 Juan 4:4, JBS). Destina un espacio sereno que provea libertad para que el niño exprese de manera confiada sus problemas sabiendo que el adulto que lo acompaña está dialogando con él con total tranquilidad. 

Por el momento, los templos están cerrados, pero eso no significa que tu acompañamiento cesó. Así que aprovecha las diferentes plataformas virtuales para animar y alegrar a los niños. Muéstrales a los padres o tutores cómo pueden crear en su hogar un rinconcito de oración. El niño puede recurrir a este espacio cuantas veces quiera para calmar sus sentimientos, sanar sus heridas y fortalecer su espiritualidad.

Pauta 3. Siente y actúa. Jehová es mi pastor; nada me faltará… (Salmo 23) En la imagen del Pastor que describe este salmo, encontrarás otras pautas de intervención desde una mirada misericordiosa, bondadosa y humilde. Hoy, más que nunca, la niñez requiere adultos resilientes4, justos, desprendidos, vinculados con sus emociones y, sobre todo, que sean discípulos de Jesús. 

La crianza con ternura es una alternativa pertinente para tu liderazgo, cualquiera que sea tu posición. Así que, continúa fortaleciendo tus aprendizajes. Recuerda que la Biblia es viva y dulce al paladar. Movilízate para mirar y sentir el dolor de los niños que continuamente son violentados en diferentes espacios, como su hogar, por ejemplo; ese entorno donde debe prevalecer el amor, la ternura y la protección. 

En definitiva, la niñez en tiempos de pandemia es un tema que amerita mayor diálogo en el liderazgo; de modo que, las diferentes sociedades que conforman la Iglesia de Dios (7° día), fortalezcan sus pautas pastorales con el fin de construir, reconstruir, alentar esperanza y promover la solidaridad, en favor de las niñas y los niños. 

¿Ya elegiste la acción que pondrás en práctica para fortalecer tu pastoral desde la ternura? 

Referencias y bibliografía

1 “Marco conceptual-operativo de Crianza con Ternura-el ejercicio del amor desde la cuna que marca la humanidad”. https://www.wvi.org/sites/default/files/Marco%20Conceptual%20de%20Crianza%20con%20Ternura%20-%2027%20de%20agosto.pdf

2 Ser asertivos significa expresar pensamientos y sentimientos de forma honesta, directa y correcta. Implica respetar los pensamientos y creencias de otras personas, a la vez que se defienden los propios. https://www.game-learn.com/que-es-la-asertividad/

3 https://news.un.org/es/story/2020/06/1475912

4 La resiliencia o entereza es la capacidad para adaptarse a las situaciones adversas con resultados positivos. https://es.wikipedia.org/wiki/Resiliencia_(psicolog%C3%ADa)

Derechos humanos (11 de junio 2020). La crisis económica del COVID-19 empujará a millones de niños al trabajo infantil. Noticias ONU. https://news.un.org/es/story/2020/06/1475912 

Grellert, A.C. (s/f). Marco conceptual de Crianza con Ternura, el ejercicio del amor desde la cuna que marca la humanidad. World Vision. Disponible en https://www.wvi.org/sites/default/files/Marco%20Conceptual%20de%20Crianza%20con%20Ternura%20-%2027%20de%20agosto.pdf 

Grellert, A.C. (2016). Crianza con Ternura. México, Distrito Federal: Casa Unida de Publicaciones.

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